El gato forma parte de la vida del hombre desde hace más de 9.000 años, aún así, es un animal solitario, independiente, aislado y con fama, muchas veces, de gruñón. A este gato no le gusta que le troleen y lo soluciona de esta forma tan efectiva
Este es el caso de Rocky, un gato de apenas seis meses, muy juguetón, pero también muy arisco.
El felino pertenece a la familia de Amelia Patrick, una joven australiana de 17 años a la que le encanta su adorable maullido.
Según Amelia, Rocky se pasa todo el día maullando por la casa y, para divertirse, ella y su hermana se ponen a imitarlo, provocando que se enfade.
A veces, ese disgusto escala un poco más de la cuenta y el gato termina lanzando zarpazos en forma de zascas como este que consiguió grabar.
“Le gusta jugar, porque todavía es bastante joven, y a veces hace cosas parecidas, pero nunca he conseguido grabarlo”, dijo Amelia a Crush.News. “A veces puede ser un chico muy gruñón”, justificó.