Álex Casademunt y Juan Camus nunca se llevaron bien. Sus rencillas comenzaron en ‘Operación Triunfo’ hace ahora 19 años ¡y en 2020 siguen sin tragarse!
Hace unos días Álex Casademunt fue entrevistado en en el programa Zippi zapping de TevéCat, y allí calificó a Juan Camus de «fantasma». El integrante de Fórmula Abierta (sí, ese grupo sigue existiendo) dijo que la vida de lujo que supuestamente lleva Camus en Londres es una farsa. Que no tiene tanto dinero como dice tener, ni una casa tan lujosa en la city, como presume.
Para argumentar semejante rajada, el catalán contó que cuando Javián, compañero de edición de OT y miembro del grupo, fue a visitar a Camus a Londres, este no le dejó acercarse a su casa ni a donde decía que trabajaba. Es más, le pagó un hotel a Javián para, según Álex, «evitar ser descubierto».
Contraataque vía Stories
Como era de esperar, Juan Camus no se quedó callado, y le dedicó unas palabritas en sus Stories a Álex Casademunt. Eso sí, con la sobrada por delante. El cántabro se ofrece a enviarle dinero si «no tiene suficiente con los royalties de Mi música es tu voz«, y alegó que le pagó el hotel a Javián porque estaban reformando su casa. Uhm… ¿nos lo creemos?
No es la primera vez que se cuestiona la vida de Juan Camus
Aunque es cierto que nunca antes le habían llamado fantasma a la cara, no es la primera vez que se duda del lujo que continuamente muestra Camus en sus redes. Ostentoso como pocos y con un uso de los hashtags que ni Noemí Argüelles, hace cuatro años Sálvame destapó varias de sus mentiras.
En 2016, un equipo del programa siguió a Juan Camus por Londres, y demostró que lo que se dice trabajar, no trabaja en la lujosa torre que afirma hacerlo. El reportero Sergi Ferré se personó en el edificio y allí no existía ninguna empresa registrada a nombre del cantante ni nadie en la recepción le conocía. Además, comprobaron también que las habitaciones que muestra como propias son suites de un hotel de lujo que cuesta unos 600 euros la noche…
En aquel momento, el intérprete calificó todo de «gran mentira»… ¿en qué acabará este nuevo encontronazo entonces?
