Anna Ferrer ha hecho un parón en sus estudios de económicas para ser turista en Sevilla. Ella y su novio Iván Martín pasaron una divertida y peligrosa jornada por las zonas más turísticas de capital hispalense. Pero la influencer decidió quitarse la mascarilla un par de veces para hacerse una foto, y eso no. En una zona tan concurrida mal. Luego la pareja volvió arriesgarse besándose en plena época de pandemia en público. Prohibido, fatal. Muy mal ejemplo para tus seguidores Anna

Anna Ferrer Padilla y su novio Iván Martín, empezaron muy bien en su turisteo por Sevilla. Y es que no paran. Después de sus escapadas de verano continúan con sus viajes.
Anna Ferrer eligió un look muy cómodo: zapatillas de deporte, pantalones anchos, camiseta básica y jersey de punto, todo en tonos grises, y una gorra para protegerse del solazo que ha hecho el fin de semana. Haciendo turismo por Andalucía. Muy requetebien.
Y él a juego. También en grises y negros. Pareja que se viste unida, permanece unida.
Pero luego la pareja empezó a comportarse de manera desconcertante. A ver que todos lo hacemos. Para hacernos la foto nos quitamos la mascarilla, es un momento no pasa nada. Pero ¡qué no!, en un lugar tan turístico. Y no son los únicos. Ya os lo hemos contado aquí.

Y Anna es una influencer y se debe a sus fanes (mas de 600 mil tiene ya) en su instagram, pero eso no. Pero por Sevilla, llena de turistas Anna, no. ¡No ni ná!. Qué por cierto también está teniendo un gran éxito con la marca de ropa que creó gente a su madre Paz Padilla, a la que adora.
La pareja que lleva mas de año y medio de relación no pudieron evitar darse unos besos apasionados en tan romántico marco
Y es que pasear por la Plaza de España de Sevilla invita al amor sin duda. Es un marco tan bonito y romántico que no es de extrañar que la pareja, no para de mostrarse enamorada siempre que puede en sus redes, se bajara la mascarilla en un momento dado y ¡zasca!.
Besazo.

Y bueno a ver, no se veía a nadie alrededor, pero, pero chicos, los arrumacos para casa. La pareja que comparte su vida en Cádiz desde hace tiempo, no pudo evitar mostrarse así de acaramelada. Pero os tenemos que regañar chicos. Estamos en pandemia.
Y ya se sabe que el amor en los tiempòs del covid, es mucho más peligroso.

Mucho mejor así pareja. De turismo por Sevilla, qué maravilla. Pero con mascarilla.