Dentro de 10 días se estrena El desorden que dejas en Netflix, y estamos loquísimos por verla. Pero lo que más nos ha descolocado es ver cómo Arón Piper abre su corazón en una entrevista. Sobre todo, porque hemos descubierto varios puntos en común entre la serie y su durísimo pasado.

Como ya te adelantamos tiempo atrás en Crush.News, el 11 de diciembre llega a las pantallas de Netflix El desorden que dejas, la nueva miniserie protagonizada por, entre otros, Arón Piper. No queda nada, ¡a la vuelta del puente tenemos lo nuevo de nuestro Ander! Pero lo que nos ha dejado realmente flipados han sido las durísimas confesiones del actor a una revista. No solo por el hecho de que Arón Piper abre su corazón y confiesa un pasado lleno de demonios, sino por el tremendo parecido que hay entre esto y su personaje en El desorden que dejas. ¡Muy fuerte!

Arón Piper
En su entrevista a la revista GQ, Arón Piper abre su corazón pero también lanza un mensaje muy positivo para los chavales que lo siguen. (Foto: Agencias)

Agresivo y vulnerable

Cuando Carlos Montero, el escritor de la novela El desorden que dejas y guionista y codirector de la miniserie del mismo nombre, explicó por qué había elegido a Arón Piper, fue muy claro: es un actor que mezcla agresividad con vulnerabilidad. Puede ser muy duro y también el hombre más frágil del mundo. Lo habíamos visto en Élite y lo vamos a ver, multiplicado por cien, en este nuevo trabajo.

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Iago es un acosador de instituto con un pasado muy duro. ¿Se inspiraría Arón en su propia experiencia para interpretarlo? (Foto: Netflix)

Pero es que no se trata solo de algo que Arón sabe interpretar: es que él fue así una vez. Lo explicaba en la mencionada entrevista: a los 15 años iba con muy malas compañías como él mismo confesó, y era adicto al tabaco. Fue la época en la que protagonizó Quince años y un día. Llegó a Madrid con 17 años, intentando cumplir su sueño (ser actor) y venía de ser el típico malote. Así que sí, ese rollito entre matoncete de insti y chaval vulnerable que clava interpretando a Iago tiene un reflejo muy claro en su vida real.

Vivir en un pueblo vs vivir en una gran ciudad

Cuando llegó a Madrid, Arón vio cómo tras la depresión a la que se enfrentó tuvo un segundo episodio: la ansiedad. «No era capaz de subirme en el metro, tenía que bajar», confiesa. En realidad, aquellos años durísimos forman parte de un todo, pero fueron manifestándose en distintas etapas: sus adicciones, una depresión, la crisis de identidad, el empujón de sus padres para que se marchara a Madrid a intentar ser actor y, cuando lo rozaba con la punta de los dedos, llegó la ansiedad. ¿Le dio pánico vivir solo en la gran ciudad?

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Sin llegar a estos extremos, Arón reconoce que en sus años de instituto fue un poco el malote. (Foto: Netflix)

Arón conoce bien lo que es vivir en un municipio pequeño, algo que El desorden que dejas refleja muy bien. Es muy importante que el thriller se desarrolle en un pueblecito, porque, como dice su autor, hay que ocultar muchos secretos, ya que allí todo el mundo se conoce. Y Arón pasó por eso: nació en Berlín y ha vivido en numerosos sitios antes que en Madrid; entre ellos, Luarca, un municipio de la costa asturiana cuyos 5.500 habitantes distan mucho de los casi 3,5 millones de la capital española, algo que sin duda contribuyó a aquel episodio de ansiedad.

Durante la promoción de la serie, explicó lo identificado que se sentía con esa jerarquía silenciosa que se vive en los pueblos y que hace que un thriller rural tenga mucha más tensión.

El detalle de Iago que te hará recordar a Élite

Iago, su personaje en El desorden que dejas, lleva un frondoso tupé en la novela, pero como puedes ver en los teasers, Arón va con la cabeza rapada. Esto no fue un inconveniente para el escritor y guionista, que reconoció que el tupé era simplemente un elemento para identificar al personaje en el libro. Pero es que Arón venía de rodar Élite, Ander acababa de pasar un cáncer y el pelo no le había crecido lo suficiente. Así que nada, cuando veas a Iago en acción, no vas a poder evitar pensar en Ander.

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Atrás quedan años de incertidumbres, ansiedad, dudas y crisis: hoy, Arón es un chico feliz. (Foto: Agencias)

Arón Piper abre su corazón y, de paso, conciencia a montones de jóvenes

Todos sabemos la influencia que los actores de Élite tienen sobre esta generación de adolescentes: Arón Piper abre su corazón y, además de ser una simple entrevista emotiva, sin apenas darse cuenta está ayudando a montones de chicos y chicas que pueden estar pasando por una situación similar de ansiedad, depresión o crisis personal.

Gestionar la fama: un mensaje con recadito incluido

También habló de su timidez (la que, probablemente, hace que la fama sea la parte que peor lleva de interpretar) y de lo difícil que es digerir la fama. En su caso, comentaba, su fama «ha sido muy extrema», lo cual ha hecho que tenga que aprender muy rápido qué debe y no debe hacer. Pero Élite le ayudó a abrirse poco a poco y, aunque tiene los amigos de toda la vida, ha hecho nuevas amistades gracias a la serie, como podemos ver:

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Aunque confiesa tener los mismos amigos de siempre, en Élite ha encontrado a gente con la que se lleva genial, como Miguel Bernardeau y Omar Ayuso. (Foto: Agencias)

Eso sí, comentó algo que nos ha dejado pensando: a él, Élite le ha dado una seguridad no solo laboral, sino también personal. Y añadió: «A diferencia de otros, a los que esta fama que llega de repente les ha afectado de otra manera». ¿Es un recadito oculto para alguien, Arón?

Arón Piper y Omar Ayuso, en un evento promocional de la segunda temporada de Élite
Tal como él mismo confiesa, Élite no solo ha sido una formación enorme como actor, sino que le ha servido para estabilizarse como persona. (Foto: Agencias)

La música, su válvula de escape

Ya antes de trasladarse a Madrid a probar fortuna había hecho un par de trabajos para el cine. Uno de ellos, 15 años y un día, fue su primer papel protagonista, pero además compuso un rap para la peli, dirigida por Gracia Querejeta. La música sigue siendo su válvula de escape y nos lo demuestra con temas como Friends, así que igual no tardamos en verlo subido a un escenario. ¿Qué te apuestas?