Ya sabíamos que Giorgia Soleri sufre de vulvodinia, que es así, a grandes rasgos, dolor y molestias crónicos en la zona que rodea la abertura de la vagina. Pero desgraciadamente para ella, no es tan sencillo. La enfermedad de la novia de Damiano David le impide en muchas ocasiones llevar una vida normal o no ponerse la ropa que le gustaría. La modelo italiana se ha abierto en canal para contar su experiencia. Y no vamos a negarlo, nos ha dejado el cuerpo cortado.
A Giorgia Soleri la vemos en sus redes sociales como una chica muy fuerte, segura de sí misma. Y sí, lo es. Pero hay momentos de flaqueza, incluso su enfermedad le ha llevado a tener depresión, tal y como contaba hace unos días en sus historias de Instagram, donde quiso compartir su drama. Lo primero que hay que saber es que no solo sufre vulvodinia, hipertonía pélvica, endometriosis, adenomiosis y cistitis intersticial, todas relacionadas con la zona vaginal y el aparato reproductor, con las que convive desde los 14 años, cuando tuvo la primera regla: «El dolor era horrible, las reglas eran muy dolorosas, no podía comer, el sexo teniendo la regla era imposible, tenía que estar en cama durante todo el periodo».
El primer susto le llega a los 16 años, cuando se desmaya estando en la escuela, por lo que la llevan al hospital. En ese momento, según cuenta en sus historias de Instagram, le prescriben un antibiótico que parece funcionar, hasta un poco después. Con total naturalidad, Giorgia Soleri cuenta que al tener más de una relación sexual en un corto periodo de tiempo, se le inflama la vejiga y tiene una infección provocando cistitis, incluyendo fiebre altísima. Desde entonces, la cistitis le ha vuelto cada dos por tres y se ha convertido ya en algo cotidiano. En su caso, son cistitis hemorrágicas que llegan a durarle hasta más de una semana, pero los análisis de orina siempre daban negativo por infección.
Años después, la novia de Damiano David tiene que familiarizarse con una bacteria que se llama escherichia coli. Todos la tenemos en el intestino y no suele dar problemas, pero a ella le provocaba todos estas molestias que ha contado, además de un dolor insoportable tanto en la propia zona como hasta los riñones. Y eso le supone estar tomando antibiótico, llegando a los 20 tratamientos en solo un año.
Pero todas estas molestias físicas también le llevan a que la mente se resienta. Giorgia Soleri cuenta también que cambió de píldora anticonceptiva para ver si le iba mejor, pero entre una y otra se queda embarazada. Decide no tener el niño en ese momento y tampoco ahí las personas que la tratan ven nada anormal en su cuerpo. Así que comienza a hundirse, a resignarse pensando que tenía el umbral del dolor muy bajo y que lo que le pasaba era normal, simplemente que ella no podía con ello. No faltaban las opiniones de los demás acusándola de exagerada. El resultado es que tuvo que lidiar durante un año con una depresión. Salió, pero después ha estado a punto de tener varias recaídas.
La luz al final del túnel
Es poco después cuando empieza a ver la luz, al conocer un grupo de Facebook en el que hablaban sobre la cistitis y la vulvodinia. Gracias a este grupo, encuentra especialistas médicos en el tema que. Y por fin, en septiembre de 2020 le dan un diagnóstico: vulvodinia, hipertonía pélvica, endometriosis, adenomiosis y cistitis intersticial. Desde entonces, su vida ha mejorado bastante gracias a los medicamentos neurológicos que le han recetado, la fisioterapia y relajantes musculares. Pero la enfermedad de la novia de Damiano David no está curada, ni mucho menos.
A pesar del diagnóstico y de que el tratamiento ya esté encauzado, estas enfermedades le condicionan toda la vida. Tiene que tener muy en cuenta cuándo va a tener la regla para hacer cosas tan cotidianas como irse de viaje o aceptar un trabajo. Y una de las cosas que peor lleva Giorgia Soleri de su enfermedad es que solo puede llevar ropa interior de algodón y blanca en su día a día. Para ella, que es una apasionada de la lencería negra de fantasía y que le encanta posar en ropa interior en sus redes sociales, es un gran inconveniente.
