Así han cambiado las vidas de Meghan y Harry dos años después de aquel ‘sí, quiero’ lleno de polémicas

Meghan y Harry, los duques de Sussex, celebran este martes el segundo aniversario de una boda histórica a la que asistieron un montón de celebrities.

Fue sin duda uno de los grandes acontecimiento de 2018. La boda de Meghan Markle y el príncipe Harry tuvo pendiente a medio mundo. Y es que tenía todos los ingredientes para que fuera todo un éxito de audiencia. La novia era una actriz de Hollywood que había renunciado a su carrera por amor. El novio, nada menos que el hijo de la mismísima Lady Di y el miembro más querido de la familia real británica, al menos hasta entonces. Y además, había gran curiosidad por ver quién acompañaba a Meghan hasta el altar, ya que días antes se habían conocido los negocios de Thomas Markle con paparazzis americanos.

Era una boda real, pero no asistieron invitados del gotha europeo, más allá de la familia Windsor. Pero lo que sí hubo, y en gran cantidad, como nos gusta en Crush-News, fueron celebrities de todo tipo y condición. Desde George y Amal Clooney, grandes amigos de los novios, hasta Victoria y David Beckham, cuya foto vestido de perfecto gentleman dio la vuelta al mundo y se convirtió en carne de numerosos memes. No faltaron tampoco Priyanka Chopra, íntima de la novia; Oprah Winfrey, Idris Elba o el elenco al completo de Suits, la serie que había lanzado a Meghan Markle a la fama.

Un antes y un después

El enlace suponía un hito en la historia de la familia real británica. Meghan era la primera mujer afroamericana y divorciada que se convertía en miembro de la Corona. Y la ceremonia estuvo llena de detalles que homenajeaban las raíces de la exactriz, como un coro gospel que hizo emocionar a los 600 invitados en la capilla de St. James del castillo de Windsor. Fue una boda a la altura de su historia de amor, digna de cuento. Por eso, nadie imaginaba el paso que, solo dos años más tarde, colocaría a la pareja lejos de la Casa Real británica.

¿Qué ha cambiado?

Pero lo que parecía un cuento de hadas para una chica de orígenes humildes se convirtió pronto en pesadilla. El Reino Unido recibió a Meghan Markle con los brazos abiertos al ser la mujer que, por fin, había hecho sentar la cabeza al príncipe Harry. Pero las cosas no tardaron en torcerse y, tras la tregua de la boda y la luna de miel, la ya duquesa de Sussex empezó a ser protagonista de titulares diarios, la mayor parte muy negativos.

Algunas de sus decisiones fueron duramente criticadas, como la privacidad con la que llevaron el nacimiento de su primer hijo, Archie, al que daban la bienvenida un año después de su boda. El uso de aviones privados, la carísima reforma de la casa donde vivieron desde abril de 2019 o la demanda que interpusieron a varios medios británicos fueron tres pecados capitales que pocos les perdonaron.

Al final, Meghan y Harry decidieron apartarse de la institución y de las obligaciones y presión mediática que conllevaba. Así, aquellos novios que se daban ilusionados el sí, quiero aquel 19 de mayo de 2018, dispuestos a trabajar por y para la Corona, celebran este segundo aniversario de boda con una vida muy diferente a la que tuvieron entonces: en Los Ángeles, alejados de su estatus royal y más cerca de las celebrities que asistieron a su boda. Pero, sobre todo, juntos y felices.