Acaramelados se nos queda corto para lo que vimos durante el paseo de Jennifer Lopez y Ben Affleck por Nueva York. Besos, amagues, acucharamientos callejeros… Estos dos han pasado de mantener su relación bajo siete llaves a mostrarle al mundo que a su lado un kilo de chuches se queda en nada comparado con el almíbar que desprenden. ¡Ah, el amor!
Desde que Bennifer estrenaron La relación del siglo: segunda parte, las muestras de amor son continuas. Nueve de cada diez dentistas entrevistados desaconsejan el paseo de Jennifer Lopez y Ben Affleck por Nueva York: se dedicaron tantos arrumacos que todos hemos tenido un pequeño ataque de hiperglucemia. Fijaos bien, porque se puede ver el rastro de algodón de azúcar que dejan sus pasos.
El paseo de Jennifer Lopez y Ben Affleck por Nueva York que provoca caries
He visto paquetes de nubes (otros las llaman jamones) que, al lado de esta pareja, te dejan amargor en la boca. Ahí andaban los dos, presas del furor romántico y ante centenares de viandantes, comiéndose los morros y arreguñándose por la calle como si hubiera que hacer horas extra.
Y ojo, que puede que hable por mí la envidia (puede, no: habla), pero no es que los pillaran en un descuido, no, que estaban paseando nada menos que por Madison Square Park, el parque que dio nombre a edificios icónicos como el Madison Square Garden, auditorio en el que la propia J.Lo ha actuado junto a estrellas como Maluma. Vamos, que no es que los hayan encontrado por casualidad en un callejón oscuro y estrecho, no.
La evolución de Bennifer 2ª parte
Al principio de este segundo episodio (y esperamos que definitivo) de su relación, pensamos que, como su primera historia de amor sufrió tanto la presión mediática, la mantendrían más alejada de los focos. Y así fue al principio… hasta que decidieron algo así como «mira, ya que nos han pillado, vamos a lucirla, que lo valemos».
Y vaya que si lo valen. Durante el paseo de Jennifer Lopez y Ben Affleck por Nueva York volvimos a comprobar que son la pareja perfecta. Él, en su rol despreocupado, de negro de arriba abajo, con vaqueros y cigarrito en mano; ella, con un look a cuadros de vestido y abrigo que parecían el mismísimo anuncio de Ya es otoño en… Bueno, ya sabes. Que tú los ves así y parecen una portada de revista, no me digas.
¡Pero qué alto eres, Ben, por Thor!
Otra cosa que a mí particularmente me sigue fascinando es lo altísimo que es este señor. Que Jennifer iba subida a unos tacones de esos interminables y aun así le llega por la barbilla. 1,92, amiguis. Esto no se consigue ni con petisuís.
Menos mal que en horizontal estas cosas ni se notan… Cof, cof, guiño, guiño. Yo voy ya y os dejo con este paseo de Jennifer Lopez y Ben Affleck por Nueva York, que estoy a dieta y tanta envidia cochina azúcar me viene regulinchis.