Caitlyn Jenner tiene un Porsche 911 GT2 RS. Un objeto de superlujo que tiene un gran defecto: no todo el mundo cabe dentro de él.
Hace dos años, Caitlyn Jenner se compró un flamante Porsche 911 GT2 RS amarillo. Un coche cuyo precio básico de salida son 327.000 euros ¡y eso sin contar los extras! Y sí, es un cochazo, eso es innegable… pero no es el coche ideal para ella. ¿Que por qué lo decimos? ¡Pues porque apenas cabe dentro!
Su pasado como atleta le delata, y su altura (mide nada menos que 1,88m) le supone una pequeña traba para conducir este deportivo. Pero a ella eso parece importarle entre poco y nada, ya que la hemos pillado junto a su no-novia, Sophia Hutchins, acudiendo a cenar al lujoso restaurante Nobu de Malibú.
Y allí, en la puerta del local, la vimos, ataviada con un ajustadísimo vestido de leopardo que no facilitaba la tarea, intentando salir del coche lo más dignamente posible. Spoiler: sale mal.
Caitlyn Jenner llega, aparca su Porsche y…

¡Craaaaash! Tirón de palanquita para poner el asiento del conductor lo más alejado del volante posible. Unas piernas de más de un metro de largo y unos tacones altos de la talla 46 no son fáciles de sacar de los pedales, sobre todo teniendo el volante tan bajito.
Sorteando el techo para no darse en la cabeza

Aquí viene otra proeza circense que nuestra Caitlyn salva con gran maestría: salir del coche sin darse en la cabeza ¡y sin enseñar la ropa interior! Un 10 en ejecución para la estrella de I am Cait. Cómo se nota que en el pasado fue atleta.
Una digna salida

¡Podría haber sido peor! La cara de Caitlyn relata el gran esfuerzo que le ha supuesto salir de su Porsche. Pero oye, ha invertido una pasta en ese cochazo y por sus santos ovarios que va a amortizarlo.
Ahí tienes las llaves, no quiero ver el coche en el resto de la velada…

Una vez entregó las llaves al aparcacoches (es lo que tienen los restaurantes finos), Caitlyn se fue sin mirar a este a la cara. ¿Envidia de que el trabajador del restaurante cabe perfectamente en el Porsche, quizás?