El nuevo proyecto de Can Yaman es Sandokan El nuevo proyecto de Can Yaman es Sandokan

Can Yaman ya es Sandokan: así se prepara para su papel

Lo está dando todo para el papel: monta a caballo, maneja una espada… Can Yaman ya es Sandokan. Y nosotros estamos deseando que empiece a rodar

Atenta, porque ya ha empezado la cuenta atrás para el rodaje de Sandokan, el remake de la serie de los 70 que va a protagonizar Can Yaman. Era cuestión de tiempo que tuviera algún proyecto gordo en Italia y ya le ha llegado, así que está que da palmas con las orejas. Tan emocionado está que se está preparando a conciencia para poder darlo todo cuando suene lo de «¡Acción!». Can Yaman ya es Sandokan.

Si viste Erkenci Kus, esto te va a encantar. Porque Can Yaman se está dejando crecer la barba y el pelo otra vez para convertirse en el pirata perfecto. Así que volveremos a los tiempos de moño y coleta. Y sí, hay que reconocer que muchas lo conocieron con ese look y cayeron rendidas a sus pies. Pero al moño y la barba hay que sumarle un turbante. Así que ojo, que la imagen puede mejorar x1000. Lo vemos, lo vemos.

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Pero claro, el personaje de Sandokan es más que un look. Para los que no lo sabéis, fue una serie que en los 70 lo fundió. Y era un pirata muy guay, molonísimo y que se atrevía a todo. Así que vamos a ver a Can Yaman haciendo un montón de cosas a las que no está acostumbrado. Una de ellas, manejar una espada tipo samurái, de las peligrosísimas. Y parece que no se le da nada mal.

Can Yaman es Sandokan en su próximo proyecto

Para convertirse en Sandokan, Can Yaman también está aprendiendo a montar a caballo. Y el nombre no nos puede gustar más: Ginebro. Aunque nosotros le vamos a llamar gin-tonic, que nos vamos a acordar mucho mejor.

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Y ojo, que no es que nosotros hayamos sacado conclusiones precipitadas, de verdad. Que su propio padre, el señor Guven Yaman, el creador, también lo ha puesto en sus redes sociales: «Mi hijo trabaja para su papel». Que otra cosa no, pero de hijo puede presumir, ¿o no?

Nos imaginamos a Can Yaman montando a gin-tonic con el pelo al viento y no podemos pensar en otra cosa: «¿Cuánto falta para que estrenen Sandokan?»

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