La desaparición de Naya Rivera reaviva el gafe de «Glee»

Suicidios, muertes por sobredosis, denuncias de malos tratos y abusos sexuales, pedofilia… Si ante las cámaras, la mítica serie Glee era una explosión de alegría y buen rollo, detrás de las cámaras, la cosa era muy, muy diferente… 

La maldición de Glee ataca de nuevo. La trágica noticia sobre la desaparición de Naya Rivera se suma a la larga lista de desgracias vividas por los miembros del equipo de una de las series más populares de la última década. El pasado 8 de julio, la actriz, que interpretó a la animadora Santana López en la serie, salió a navegar por el lago Piru junto a su hijo Josey, de cuatro años. Horas más tarde, las autoridades encontrarían al pequeño dormido en el bote con su chaleco salvavidas, pero ni rastro de la intérprete. La búsqueda continúa, aunque desgraciadamente, todo a apunta a que la actriz fue víctima de un torbellino repentino, bastante usuales en la zona de su desaparición, y la policía ya ha hecho público que hay pocas esperanzas de encontrarla con vida.  

Esta última tragedia pone a la serie a la altura de otras célebres producciones malditas como Poltergeist o La semilla del Diablo, y es que cualquiera diría que a su reparto le echaron mal de ojo. ¿Existe realmente la maldición de Glee o se trata simplemente de mala suerte? Aquí tienes la lista de los escándalos más sonados, juzga por ti mismo.

Cory Monteith, el chico popular que murió por sobredosis 

Glee catapultó a la fama a su pareja protagonista, Cory Monteith y Lea Michelle,  quienes fueron también pareja en la vida real. Era habitual verles juntos y sonrientes en las red carpets más exclusivas de Hollywood, sin embargo, el paso de Cory por la serie no estuvo exento de escándalos. En abril de 2013, el actor pasó un mes de rehabilitación por abuso de drogas. Tan solo 4 meses más tarde, moriría en su habitación del hotel Fairmount Pacific en Vancouver debido a una combinación letal de heroína y alcohol. Tenía 31 años. 

El oscuro secreto que causó la muerte de Mark Salling 

Mark Salling se metió de lleno en la piel de su personaje Puck, el mejor amigo del prota: deportista, chulito, pero en el fondo, un buen chico. Sin embargo, su vida real estaba llena de sombras. En 2013, su ex-novia Roxanne Gorzela le acusó de forzarla a mantener relaciones sexuales sin protección. El actor negó los cargos pero finalmente fue obligado a pagarle una indemnización de 2,7 millones de dólares. Un par de años más tarde, en 2015, fue arrestado por posesión de imágenes de abusos a menores. La policía recibió un chivatazo de Roxanne y descubrió más de 50,000 fotos y 600 vídeos de pornografía infantil.  

En enero de 2018, el actor se ahorcó en su casa de Los Ángeles, (ya había intentado suicidarse anteriormente cortándose las venas). El 7 de marzo de ese mismo año estaba previsto su ingreso en prisión.

Naya Rivera, acusada de malos tratos y víctima de la maldición de Glee por partida doble

Tres años antes de su trágica desaparición, la actriz fue arrestada por malos tratos. El padre de su hijo, Ryan Dorsey, la acusó de haberle golpeado en la cabeza durante una fuerte discusión. Finalmente, él mismo retiró los cargos tras llegar a un acuerdo de divorcio y custodia del pequeño con la actriz.  

Lea Michelle y cómo un inocente comentario en redes destapó la caja de Pandora 

Durante la duración de la serie, los medios pronto se hicieron eco de la rivalidad entre Naya Rivera y Lea Michelle. De hecho, la misma Naya habló de la turbulenta relación con su compañera de reparto en su libro Sorry, Not Sorry. “Si me quejaba de algo o de alguien, ella asumía que tenía que ver con ella. Pronto empezó a ignorarme y llegó un punto en que no me dirigió la palabra en toda la sexta temporada. Lea y yo no éramos las mejores amigas, y dudo que alguna vez lleguemos a sentarnos en su sofá a comer snacks juntas de nuevo”.  A juzgar por los últimos acontecimientos, Naya no era la única que tenía problemas con el comportamiento de la actriz en plató, y todo se destapó por un tweet.

Recientemente, Lea hizo público en las redes su apoyo al movimiento Black Lives Matter, pero algo tan simple se convirtió rápidamente en un tiro por la culata. La actriz de color Samantha Ware, también parte del elenco de Glee, respondió a su comentario de manera demoledora: “¿Te acuerdas de cuándo convertiste mi primer papel de televisión en un infierno? Porque yo me acuerdo perfectamente. Creo que le dijiste a todo el mundo que si tuvieras la oportunidad defecarías en mi peluca, entre otras muchas micro-agresiones que me hicieron plantearme mi carrera en Hollywood”.  

Desde entonces, la lista de acusaciones contra la actriz por parte de otros compañeros de profesión no ha parado de crecer. Lea, por su parte, emitió un comunicado el 3 de junio pidiendo disculpas por el daño causado: «Tanto si mi posición y perspectiva privilegiada han sido las causantes de que se me perciba a veces como insensible o inapropiada, como si ha sido mi inmadurez o mi actitud difícil e innecesaria, pido disculpas por mi comportamiento».