Desver: Kim Kardashian con el bañador de Borat

Kim Kardashian es la reina del postureo. Pero este bañador ácido de espíritu Borat que ha lucido en Instagram nos ha dejado sin palabras. Y casi sin ojos.

Tengo que ser honesta con vosotros. Si encontráis alguna incoherencia en esta sección es bastante probable que se deba a que estoy arrancándome los ojos con una cucharilla de café. O también, por qué no, a que los esté regando con ácido sulfúrico gran reserva. Cualquiera de las dos cosas vale en Desver, donde os prometo que no va a faltar humor, pero tampoco ganas de seguir mi ejemplo. Hoy os traigo a Kim Kardashian… ¿o debería decir Kim Boratshian?

Andaba entretenida hoy con Instagram cuando he topado con esta foto de Kim Kardashian. Ya sabemos de lo que KK (y su estirpe) es capaz, pero mi capacidad de sorprenderme con ella nunca se agota.

Para empezar, Kim, una cosa te digo

No quiero ni saber lo que te habrá costado ese trocito de tela. No, no insistas, que te he dicho que no tengo ganas. Ya te digo yo que tiene más pinta de bañador de tiendecita lowcost que de haberte costado el buen fajo de billetes que seguro que has soltado. Lo de ponerle un cuello empedrado a un bañador de cuello halter tampoco termino de entenderlo, la verdad: ¡queda ahí en medio un trozo de chicha que ni pa ti ni pa mí! Pero lo que de verdad me ha chinado del todo es que, nada más verte, me he acordado de aquel bañador que Sacha Baron Cohen lucía en Borat. ¿Te acuerdas, Kim Kardashian? Yo, sí. Ya me estaban dejando de sangrar los ojos cuando has aparecido tú para recordármelo.

Aquel periodista kazajo que nos hizo pasar tanta vergüenza ajena se paseaba así por las playas de California popularizó el mankini, que dejaba la huevada que parecía un saco de cachelos. Y ese amarillo ácido, o verde, no sé…, pues también me recuerda un poco a tu modelito, querida. Pero una cosa es interpretar un personaje para descacharrar de risa a los fans de Baron Cohen y otra bien distinta plantarte al atardecer cual diva exótica con un bañador que te debe de dejar escocido el meridiano de Greenwich. ¿Tú eres consciente de lo que tira de ahí la tela, Kim? ¡Que te vas a tatuar las costuras en el chimichurri!

Ojo a esa prometedora carrera política

Luego me ha dado por pensar que tu chico, Kanye West, o Ye, o como se llame ahora, que yo estoy hecha un lío, quiere ser presidente de los Estados Unidos, y mira, con el corazón en la mano te lo digo: para primera dama te veo pelín excesiva. Que eres sexi a rabiar, Kim Kardashian, pero hasta Melania Trump, que tiene lo que tiene en lo alto, la pobre, es algo más discreta. Y no lo digo solo por el vestir, no, que también.

El primeradamismo pasa por tener un poco de empatía. Y no se puede presumir de tener chorrocientos caballos frisones, que cuestan un ojo y parte del otro, cuando tu país está pasando la peor crisis de su historia desde 1927. Que no seré yo quien defienda al movimiento ofendiditos, no (bastantes palos me caen, no te creas), pero la diferencia esencial es que yo no aspiro a ser nadie en política (que Thor y su reencarnación en Chris Hemsworth me libren de semejante tentación) y vosotros, sí.

Así que te lo digo en plan consejo, Kim Kardashian (estamos cruzando virtualmente los brazos por el codo, como las señoras manchegas): no envalentones a quienes te odian y lucha por tus sueños, que mira que me gustáis como familia para ocupar la Casa Blanca, ahí, en plan multicolor Benetton style. Pero púlete un poco, por favor. Ah: y yo iría pensándome lo del reality. Y lo de las fotos con el bañador cortarrajas. Que las recepciones oficiales son larguísimas y conviene llevar la región sur lo más salubre posible.