‘Hot’ tiene dos acepciones, ya tú sabes. Y en este caso me refiero a la canícula, no a la ‘sensualidat’. La menor del clan Kardashian-Jenner, con estos calores, eligió un look con el que no sé si pincharme las córneas o colocarlas mirando hacia mi nervio óptico.

Jenner, por favor. No, no estoy en una gasolinera. Es un ruego, una exhortación, una súplica, un mearrodillo para que te quites ese plástico recuecetotos, Kylie Jenner. Estoy yo aquí, en mi despacho, haciendo un womanspreading de manual porque tengo el tesorito a punto de evaporárseme y me vienes tú con ese pantalón de cuero, vinilo o cualquier material que impide la transpiración. Mira, ha sido verte y subirme tres grados la temperatura corporal. Y no, no me atraes, Kylie, aunque reconozco tu buenorrez a millas. Es que das mucho calor, mi arma.

Bien de cuero y bien de negro ahí, Kylie Jenner

Kylie, que acaba de dejar atrás los dos patitos (cumplió 23 el pasado 10 de agosto), te pasa de la nada al todo en un abrir y cerrar de pestañas postizas. Hace nada se saltaba la censura de Instagram posando semidesnuda, como con pinta de viuda glamurosa a la que el albacea ha comunicado que se queda sin herencia, e inmediatamente después se nos planta este pantalón que te suda el alma solo con verlo.

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Porque sí, porque las Kardashian-Jenner son mujeres de excesos y de extremos. Así que, dado que vas con pantalón de cuerazo en pleno verano, ¿por qué no combinarlo con mascarilla y top negros? Claro que sí, cielo. Ya que sudamos, sudamos bien. Afú.

La pasta que lleva encima Kylie Jenner, madre mía

Después del Desver de su hermana Kim, te digo yo a ti que lo de estas chicas con la huchita del amor es para hacérselo mirar. Es como una obsesión por que esa parte tan delicada de nuestra anatomía tuviera que ir sufriendo, envidiando a los chimichurris ajenos por andar por la vida libres y ligeros en verano.

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Por no hablar de la pastuza que le habrá costado semejante prenda. No os puedo dar datos del pantalón, pero el bolso que lleva, el Chain Pouch de Bottega Venetta, roza los 3.000 euretes. Estoy haciendo memoria de cuándo fue la última vez que me gasté tres mil pavos en un bolso. Bolso con cuya cadena se pueden amarrar yates sin miedo a las marejadas, por cierto. Mis pobres ojos.

Kylie Jenner con mascarilla y unos pantalones que... bueno.
Ojito a la cadena del Bottega Veneta: hay poleas hidráulicas con cadenas más frágiles. Me duele el hombro solo de verlo. Foto: Agencias.

La sombra de Kanye es alargada

Su cuñado Kanye West, que al parecer ya no opta a la presidencia de su país, parece haber dejado una profunda huella en los estilismos de la familia, porque ese rollito rapero-brilli brilli yo se lo vengo notando más desde que él está en la familia.

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Aún me acuerdo de las Nike que diseñó (¿diseñó?) al módico precio de doscientos palos el par (se llegaron a vender después hasta por 70.000). En fin, Kylie Jenner, que tú sabrás, querida, pero con este caloraco podrías llevar algo más fresqui. Un lino, un algodón. Algo que te dote de un sistema de ventilación más natural. Ah, y por favor: desnúdate en un lugar bien oreado, no sea que al desver le tengamos que sumar un desoler.