Desver: el pelochurrismo, Kendall Jenner y mis 3 locas teorías

Mira, Kendall: a mí igual hay modas que me pillan mayor. Pero te veo ahí, tan estupenda, tan tipazo, tan mona toda tú, con ese lookazo otoñal y, al hacer el barrido visual de abajo arriba descubro tu pelochurrismo. Tengo varias teorías al respecto. Las desarrollo.

A mí, de corazón te lo digo, me encantas, Kendall Jenner. Me pareces, de las cinco hermanas, la que más proyección profesional real tiene. Has enfocado tu carrera al modelaje y oye, tienes aptitudes. No hay más que echar un vistazo rápido a tu Instagram para constatarlo.

Pero hete aquí (que es una expresión viejunísima que me encanta, qué le voy a hacer) que apareciste el otro día por Milán para estar presente en la Semana de la Moda que se celebra allí. El look, impecable: maxivestido ajustado en color chocolate con botas militares. El pelo, ya tal:

Y sí, sé que es un look que, por algún desquiciado motivo, se lleva. Parece que el pelochurrismo (es decir, pelo en estado para freír churros en él) se lleva, pero a mí me viene grande el proyecto, que dirían los Gomaespuma, y prefiero elaborar tres locas teorías para que el personal elija su favorita (y tú, Kendall querida, si quieres, también). Ahí van.

Hipótesis 1 del pelochurrismo: tratamiento antipiojos

Mira, Kendallcita, todas las que hemos sido madres sabemos lo que es pasar por el momento piojos. Pero dicen que quien no tiene hijos, como es tu caso, tiene sobrinos (bueno, el dicho mete por ahí a dios, al demoño y yo qué sé qué más). Y tú, de sobrinos, vas sobrada (perdón por la aliteración). Y los tienes de todas las edades, cariña. Así que, ahora que han comenzado los coles, seguro que los pipis campan a sus anchas. Los tratamientos estos insecticidas dejan el pelo hecho una castaña y así como aceitoso. Te comprendo, chiquilla.

Que una cosa te comento: los piojos no entienden de clases sociales. Que lo mismo acampan en la cabeza de un hijo de honrado trabajador que en la de un hijo de multimillonario. Y vosotros sois muy de pelazo negro, muy de melena espesa, y si un piojo va de okupa y puede elegir entre pelillo rata (apartamento interior de 40 m2) o pelazo Kardashian (mansión en Beverly Hills con doce habitaciones), pues no se lo piensa. Que solo son parásitos, no tontos. Ya dudo más de si habitarían una cabeza con pelochurrismo.

Hipótesis 2 del pelochurrismo: fuera champú

Yo le tengo muy visto a las celebrities lo de no lavarse el cabello porque el pelo sufre mucho y cosas así, un poco como tu hermana Kim, que se lo he visto yo defender alguna que otra vez. Y no es la única, no. Lo de que lavarse el pelo es, según algunos, una afrenta ecológica y ética y estética y no sé cuántas cosas más lleva siendo un runrún de unos años a esta parte. Imagino que lo de que el pelo huele a perrete mojao si no te lo lavas lo tenéis en cuenta, ¿no?

En fin, esta es mi segunda (y alocada) teoría pelochurrista: has seguido la senda de los famosos antichampú. Tú sabrás si quieres amanecer con la almohada pegada al cráneo.

Tercera hipótesis pelochurrista: un ‘challenge’ de YouTube

Como casi generación Z que eres te imagino muy en ese rollo de aceptar retos youtuberos. Pero no cualquiera, no. No te imagino tosiendo como un orco con el covid después de trasegarte una cucharada de canela en polvo. Ni echándote por lo alto un barreño de agua helada. Pero oye, dejándote el pelo como para que vengan los del Fairy a hacer un anuncio, pues sí. Así que nada, aquí te dejo por hoy, Kendall, que voy a buscar el reto del pelochurrismo en Internet mientras pillo ideas para bajarle el volumen, que a mí me pasa al contrario que a ti, ando por la vida con el pelo esférico. Besis.