Los actores Ashton Kutcher y Mila Kunis han puesto a la venta la mansión de Beverly Hills que compraron en 2014
Crush News está siempre pendiente del mercado inmobiliario de las celebrities. Hoy toca el turno de Ashton Kutcher y Mila Kunis, que han puesto a la venta la mansión en la que viven en Los Ángeles. Y si les sale bien la jugada, va a suponer un negocio redondo, ya que compraron esta propiedad en 2014 por 10,2 millones de dólares, mientras que la ofertan por 14 millones. Así que pueden ganar hasta 4 millones de dólares con esta transacción. Un dinerito que les va a venir muy bien para la casa que se están construyendo en la misma ciudad, aunque en una zona diferente, y a la que se irán a vivir una vez estén terminadas las obras.
Así, Ashton y Mila van a dejar el vecindario de Hidden Valley y con él, dirán “chao, pescao” a los numerosos famosos con los que comparten barrio, como Adele, Jennifer Lawrence, Katy Perry, Nicole Kidman y Keith Urban, Cameron Diaz y Benji Madden, Nicole Richie y Joel Madden o Penélope Cruz y Javier Bardem. Que a ver, no es que nos los imaginemos pidiéndose un poco de sal o unos huevos, pero para que os hagáis una idea del nivelón que se gastan los KuKus (Kutcher + Kunis, juas juas).
La propiedad en cuestión tiene casi 700 metros cuadrados, construidos sobre un terreno de más de 2.000, en el que hay una enorme terraza de piedra y un bar. Y, por supuesto, una piscina con spa incorporado que seguro ha dado a la pareja muchos y muy buenos momentos. Pero el interior no tiene nada que envidiarle. Suponemos que el dinero de la cuenta corriente no te llega para comprarla, pero nosotras te la vamos a enseñar igual. No sea que seas un o una Amanci@ Ortega de la vida y se te antoje. Pasen y vean.
La cocina
Ya no estamos imaginando a Ashton cocinando en estos fogones, con su delantal (si lleva ropa debajo o no, ya lo dejamos a vuestra imaginación… ejem ejem) y cuchillos en mano. Tiene electrodomésticos antiguos y modernos, una enorme isla central, una mesa empotrada con taburetes y un enorme ventanal en forma de arco. Y es todo taaaaaaan blanco que no queremos imaginar cuando a Isabelle y Dimitri se les caigan los macarrones con tomate.

El salón
Si algo tienen en común las casas de los famosos es que suelen ser tan grandes que permiten respetar la distancia social impuesta por el coronavirus, aunque se tengan invitados. Y la de Ashton y Mila no es una excepción. Y si no, mirad el salón. Bueno, o mejor dicho, uno de ellos, porque en la planta baja de la casa tienen varias zonas de estar. Eso sí, olvidaos de poner los pies encima de la mesa central cuando estéis en el sofá o de tener a mano los panchitos y la cerveza. Casi habría que coger el autobús para llegar.

La habitación principal
Esta es solo una de las cinco habitaciones con la que cuenta la casa, que tiene hasta una estancia destinada al servicio o invitados, a gusto del propietario. Y qué gusto de habitación. Con su dosel, con su chimenea, con sus enormes ventanales con vistas al jardín… Nos encanta la bancada que recorre toda la pared. Y la cama tiene pinta de ser muy cómoda. ¿O no?

La habitación de los niños
Muy bonita, sí, tan pulcra, dando protagonismo al blanco y con mucha luz. Pero no nos engañemos. Esta habitación no parece de niños. Está todo demasiado bien colocado. Echamos de menos algún juguete esparcido por el suelo, alguna piezas de construcción (de esas asesinas de pies). Oye, que lo mismo luego abrimos la bancada de la esquina y es como el armario de Mónica Geller en Friends. Eso nos cuadraría mucho más.

El gimnasio
No podemos negar que Ashton Kutcher y Mila Kunis están muy buenos. Mucho. No sabemos si estaríamos igual si tuviéramos este gimnasio en nuestra casa, pero seguro que algo hacía. Y es que no le falta detalle. Una cinta de correr de las buenas, de las profesionales, una bicicleta de spinning, su máquina para hacer ejercicios… Y encima da a una terraza súper chula por si en algún momento falta el aire. Y no se ve en la imagen, pero también tiene sauna. Lo tienen todo pensao.

La bodega
Nos dejamos nuestra parte favorita para el final. Y es que no podemos negar que la bodega de los Kukus nos tiene completamente atrapados. Ya el hecho de que tengan un bar en el jardín da pistas de que lo de tomarse una copilla o un vinito les mola mucho. Pero esto es de auténticos profesionales. En esta sala hay espacio para unos cuantos cientos de botellas y tiene un sistema independiente para tener una temperatura constante y controlada. Como veis, un montón de lujos que buscan nuevo dueño. Requisitos: con una cuenta corriente abultada.
