KimKar ha visitado la Santa Sede con un provocativo look que no era para visitar la Santa Sede. Pero tranquilos, que el Papa no lo ha visto. Mira el truco de Kim Kardashian para ir al Vaticano con el vestido más surrealista de su armario
Cuando pensábamos que no nos podía sorprender más, zasca. Kim Kardashian no sería ella misma si no fuera ajustada, si no marcara esas curvas tan características que tiene y si no llevara taconazos. No importa dónde esté, la hora que sea o lo que vaya a hacer. La ropa ajustada de KimKar es su esencia, la sencillez no va con ella. Y para qué va a ver ella el timing o los lugares de culto a visitar durante el periplo por Roma que se está pegando. Ella se pone lo que tenga pensado y chimpún, caiga quien caiga, le pese a quien le pese.
Y eso hizo el miércoles, cuando salió de su hotel con un vestidazo de encaje hasta los pies, con su escote barco y sus aberturas laterales, en la zona del estómago y la cadera. Con sus sandalias de tiras finísimas en las que apenas le caben los pies, pero no importa. Asumimos que María Isabel escribió su Antes muerta que sencilla para Kim Kardashian sin saberlo.
Esa forma de vestir va con ella, ya está. El problema viene cuando le toca visitar el Vaticano, la Santa Sede, el hogar el Papa Francisco. Que cada uno viste como quiera y le dé la gana, perfecto. Pero que es posible que no te dejen entrar en según qué sitios según lo que lleves puesto, también. Y Kim Kardashian tenía muchas papeletas de que la Guardia Suiza le negara la entrada por ese vestido. Porque es perfecto para una fiesta ibicenca, pero no tanto para un lugar de culto.
Lo que no esperábamos es que KimKar tuviera un as bajo la manga. Porque no, a pesar de las críticas que ha recibido por su vestimenta inadecuada, no se paseó por toda la Capilla Sixtina con ese vestido. Lo sabemos gracias a su asistente personal, Tracy Romulus, que colgó algunas fotos del interior cuando vio la que estaba empezando a formarse en redes sociales. El truco de Kim Kardashian en el Vaticano para no enseñar de más fue colocarse encima un abrigo negro. Así no escandalizaba escandalizar al Papa Francisco. Que es muy moderno, sí, pero igual no tanto.
Eso sí, salió a la calle y otra vez a mostrar bien de curvas. Fuera abrigo. Pero espera, que KimKar no está sola. Con ella han estado Kate Moss y su hija Lila Grace. Y sí, también parecía que ellas se iban de fiesta en lugar de ir a visitar el Vaticano.
Y ahora estaréis de acuerdo con nosotros en que más bien parece que no han ido a dormir a casa, que salieron la noche anterior y así siguen. Que es su walk of shame particular. Pero no. Os juramos, os prometemos, os aseguramos que las tres estaban haciendo turismo por Roma. Con ese calzado, sí. Y con esa ropa.
