El viaje secreto de Meghan Markle a Madrid (en 2016)

Poco antes de que se conociera que era la novia del príncipe Harry, Meghan Markle viajó con una amiga para disfrutar de unas cortas vacaciones en Madrid.

Dos amigas, tiempo libre, ganas de viajar y dinero en el bolsillo. Esos son los ingredientes que reunieron Meghan Markle y su íntima amiga, la diseñadora Misha Nonoo, en el verano de 2016. Por aquel entonces, la ahora duquesa de Sussex era solo una actriz de Suits. Así que, nada mejor para esas vacaciones que un viaje de chicas, en plan Thelma y Louise, disfrutando de un tour europeo, durante el que también hicieron parada en España. Primero fueron a Ibiza, y después a Madrid, donde la pillaron en una jornada de turismo y shopping con su amiga.

No era la primera vez que Meghan Markle pisaba la capital: 14 años antes había disfrutado de una beca universitaria para aprender nuestro idioma, que luego mejoró con unas prácticas en la Embajada de Argentina en Estados Unidos. Por eso, ni el lenguaje ni los escenarios le eran extraños. Meghan y Misha estuvieron en el Jardín Botánico, en el Museo del Prado, en la Milla de Oro y tomando un refresco en una terraza para aplacar el calor de agosto.

Últimos días de libertad

Meghan Markle disfrutó en Madrid de las que podían ser sus últimas vacaciones siendo una persona prácticamente anónima. Aunque ya estaba saliendo con el príncipe Harry, muy pocos lo sabían. Entre ellos, su compañera de viaje, ya que fue la celestina que arregló su primera cita, esa que salió tan bien como para casarse menos de dos años después.

Pero solo unas semanas después de realizarse estas fotografías, la prensa comenzó a hablar del supuesto romance, hasta que el propio Harry lo confirmase en noviembre, haciendo que su novia se convirtiera entonces en el rostro más perseguido por los paparazzis. Estas imágenes que vemos (y exclusivas en Crush-News) se convertían en una misión imposible en adelante para los fotógrafos.

Un look muy poco ‘royal’

Lo cierto es que hay detalles en estas imágenes que indican que la relación era aún incipiente, y que Meghan Markle veía lejana la posibilidad de pertenecer a la Casa Real británica. Su look hubiera provocado en su abuela política, la reina Isabel, un buen patatús. El corte de su vestido no es apto para la realeza y lo de prescindir de sujetador no casa mucho con el clásico estilo Windsor.

Pero ese caluroso día de agosto de 2016 era solo Meghan Markle, la actriz, la que paseaba por Madrid junto a su amiga. No Meghan Markle, la duquesa de Sussex, y la persona que más quebraderos de cabeza ha dado a la familia real británica. Así que se podía permitir ciertas licencias que parece que ha echado mucho de menos durante su vida como royal.