De todas las razas de perros, los Terrier Tibetano son catalogado como perros aptos para labores de pastoreo, así como de perro guardián. Es decir, desde que nacen, los perros pastor instintivamente saben qué hacer y cómo hacerlo sin necesidad de someterse a un entrenamiento.

Este tipo de perros son muy valorados para aquellos que poseen ganado o animales que cuidar de posibles depredadores. Sin embargo, puede darse el caso de que no todos valgan para su trabajo.

El perro pastor que protagoniza esta historia se llama Nala, es un terrier tibetano de cuatro años, y es una de esas excepciones que no han nacido para hacer justicia al cometido de su raza.

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Nala llegó cuando era un cachorro a la granja de Jamie Beau Brewer, de 32 años, en Broadway, Worcestershire, después de que éste buscara un perro pastor que le ayudara a gestionar sus cerca de 200 ovejas.

Pero la pequeña Nala no hizo honor al nombre de su raza, ya que fracasó en el primer intento después de que las ovejas la confundieran con una de ellas.