Te contamos todo lo que pasó en el estreno de La Casa Fuerte: de las bragas metalizadas de Cristini a las lágrimas de Isa Pantoja

El estreno de La Casa Fuerte tuvo momentos muy memorables: te contamos los mejores de la noche

Bueno, bueno, bueno. El estreno de La Casa Fuerte tuvo tantos momentazos que no sabemos por donde empezar. Meter en una casa a semejante grupo es lo que tiene. De momento, vamos a empezar por Jorge Javier Vázquez, que por cierto se ha puesto el pelo azul, muy bonito. Solo podemos decir que este programa viene a confirmar nuestra teoría de que va a trabajar solo por las risas. En serio, creemos que no necesita la pasta y ca todos los días a Telecinco por puro placer. La verdad es que tiene que ser un gusto poder meterte con los concursantes sin que la mayoría pillen lo que las dicho.

Mención especial se merecen los responsables del programa. Son maldad pura, de mentes retorcidas. Pero nos encanta. Primero, porque han metido a la casa a Samira, quien asegura haberse enrollado con Tom Brusse. Segundo, porque la rampa que pusieron para que entraran los concursantes era deporte de riesgo, sobre todo para las concursantes y sus tacones. Y tercero, porque aunque ella dijo que no quería saber nada del conflicto familiar, se empeñaron en que Jorge Javier diera a Isa P. algunos titulares de la incendiaria entrevista ha concedido hace poco Kiko Rivera. Esto les salió un poquito mal, porque la pobre iba escuchando y se le iba demudando el gesto. Hasta que casi le da un parraque y ya Jorge Javier, viendo que lo mismo tenían que irse a urgencias con ella, ya paró.

Lo de Tom y Samira no se solucionó tan rápido. Samira insiste en que se enrollaron y Tom en que no. Pero ojo a la excusa que puso él para explicar por qué había subido a su casa a las dos de la mañana, invitada por él. Si esto no es tener morro, yo ya no sé. Pero no seremos nosotros quienes le juzguemos. Sobre todo porque promete dar grandísimos momentos.

La imagen de todos los concursantes en el jardín era memorable. Glorias de los 90, como Sonia Monroy, Maricielo Pajares y Rebeca frente a estrellas emergentes como Samira o Cristini. Ay, Cristini… tomémonos un momento para pensar en el atuendo que escogió para la gala. Unas bragas metalizadas con una capa dorada. Solo eso, sí. Y no podíamos evitar pensar en el capítulo de Sexo en Nueva York en el que Carrie desfila para Dolce & Gabanna. Pero Cristini acabó bastante mejor.

Y así pasó el programa: entre trifulcas, mehandicho y tuhasdicho, mientras llegaba la prueba para repartirse las habitaciones, que acabó muy bien para unos y muy mal para otros. Las tres parejas que perdieron tienen que dormir una semana en una jaima y ducharse con agua fría. Mucha suerte para todos.

No queremos terminar sin sacar algunas conclusiones del programa:

1. Nos encanta volver a Lara Álvarez en un programa. Y sobre todo nos encanta que no esté siempre en bikini. Que ya vale de dar envidia, hombre.
2. Más de una pareja acaba esta edición separada.
3. Nos encantan Mahi y Rafa. Y nos somos los únicos: el público los escogió como favoritos, así que se ganaron el derecho de dormir en la suite. Mucha gente en redes les da como ganadores. Y no es para menos. Entre tanto mal rollo y jaleos, van totalmente por libre y son la alegría de la casa. Y eso se agradece mucho.

Y nos quedamos con este momento de Sonia Monroy, una conocidísima actriz de Los Ángeles, donde la respetan por méritos propios. Nosotros, desde que la hemos escuchado haciendo un resumen tan acertado del programa, también.