pelayo díaz no se pierde un aplauso sanitario, y lo da todo cada vez que sale al balcón.

El aplauso a las 8 de la tarde es el único evento social del que disfrutamos durante la cuarentena (bueno, algunos como el expresidente Marioano Rajoy también salen a correr…), por eso no nos extraña que los famosos también se asomen a sus balcones a aplaudir al personal sanitario y, ya de paso, a saludar a sus vecinos. Y Pelayo Díaz no iba a ser menos. Desde su piso situado en el barrio de Conde Duque, en pleno centro de Madrid, el influencer se lo pasó pipa aplaudiendo y saludando como si de la mismísima reina Isabel II se tratase.

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Pelayo Díaz aplaudiendo
Foto: Agencias

Entre aplauso y aplauso, Pelayo Díaz está pasando un confinamiento de lo más relajado: en casa en pijama y junto a su marido, Andy McDougall. Pero la cuarentena empezó movidita para la pareja: una publicación de Instagram en la que la pareja presentaba a su nuevo cachorro, un pomerania llamado Vidu, les supuso un aluvión de críticas.

https://www.instagram.com/p/B-unSU5oNl_/

¿la mejor defensa es un buen ataque?

El perrete en cuestión llegó a su casa vía mensajero, porque fue un regalo de la empresa Luxury Toy Puppies, un criadero catalán de perros toy. Y claro, el presumir de cachorro de lujo solo para publicitar una marca, le salió caro al influencer, que se vio obligado a pedir disculpas. Pero lejos de amedrentarse, lo hizo de una forma muy peculiar: cuestionando a todo el mundo.

A todos los que criticáis y cuestionáis mi decisión, me gustaría ver si en vuestra casa tenéis zapatos o cinturones de piel, si en vuestra nevera hay carne, si el pollo es campero que cuesta mucho más, si los huevos que compráis son camperos, si usáis cremas que testan con animales…