A gintonic limpio y a morreo limpio. Entre alcohol y besos con su acompañante, el último juicio al pequeño Nicolás va diluyéndose en el tiempo y en el espacio. Al menos, de momento, porque este chico tiene abiertas unas cuantas causas. Sin embargo, a tenor de estas imágenes exclusivas de Crush.News, muy preocupado no se le ve, no. Compruébalo con tus propios ojos.

En el imaginario colectivo hay dos «pequeño Nicolás»: la criatura literaria parida por Sempé y Goscinny y este muchacho que, a sus 27 años, ha pisado más veces un juzgado que un bar. Aunque se le ve ducho en lo segundo, a tenor de las fotos que nos han llegado en exclusiva: gintonic en mano (imaginamos que con tónica y ginebra de la mejor calidad), charla con la que parece su chica (o, al menos, amiga con derecho a roce). Con la, hasta ahora, última de sus causas vista para sentencia, cualquier juicio al pequeño Nicolás da para telefilme de sobremesa.

El pequeño Nicolás con su acompañante
Nicolás, con su mascarilla al cuello, escucha atentamente a su chica, que, chupito en mano y luciendo una carterita Louis Vuitton, le hace olvidar sus amargos tragos del pasado. (Foto: Agencias)

Piden 7 años de cárcel en el último juicio al pequeño Nicolás

Una cosa que no ha perdido Francisco Nicolás es el porte wannabe con el que pasaría inadvertido en cualquier congreso de un partido político, de no ser por las liadas que ha montado en su corta vida. Porque aquí donde le ves, las hizo de todos los colores y, ojo, cuando apenas tenía ni 20 años (que también tiene delito creer que un pipiolo tenga semejantes contactos). Eso sí, los tragos amargos los supera con estos otros, que también son amargos, pero en otro sentido.

Dos días antes de estas fotos, el último juicio al pequeño Nicolás de los celebrados hasta la fecha quedó visto para sentencia
Mayo ha sido un mes durísimo para él: ha pisado los juzgados hasta siete veces. (Foto: Agencias)

Pero bueno, sea como sea, en el último juicio al pequeño Nicolás (quedó visto para sentencia a principios de semana) se piden para él siete años de cárcel. El mochacho se hizo pasar presuntamente por emisario de Casa Real (casi nada) y de la entonces vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría. Y claro, cuando te pillan pues se te queda un poco cara de «a ver cómo salgo yo de esta». En su defensa alegó que quería tirarse el pisto (literal) y pegarse un viaje «pomposo». Pues nada, rey, siete añitos de cárcel si prospera la petición de la fiscalía.

Pero este no es el único juicio al pequeño Nicolás (y los que le quedan)

Mientras se va de chupitos y gintonics con su novia (o ligue, o rollo, o qué sé yo, pero las bocas se las comen, eso fijo), también quedó visto para sentencia otro juicio al pequeño Nicolás y casi simultáneo (ha pisado los juzgados siete veces en un mes, da para Guinness): se le acusó de falsificar un DNI para que un amigo hiciera por él la prueba de Selectividad en 2012. Cuatro años y medio de cárcel, sin contar con una multa de 36.000 euros, por cooperador necesario e inductor de un presunto delito de falsedad en documento oficial. Ya llevamos once años y medio. Pero aquí no acaba todo.

Francisco Nicolás besa a su novia
Frente al trago amargo de pasar por dos juicios en un mes, el trago dulce de los besos. El último juicio al pequeño Nicolás es más fácil de olvidar con amor… (Foto: Agencias)

Tiene más juicios pendientes

Además de estos dos juicios al pequeño Nicolás, aún tiene que sentarse en el banquillo por otras causas: estafa, revelación de secretos, integración en banda criminal… Ya probó lo de ser juzgado en 2018 y entonces su defensa alegó trastornos mentales. Ahora, sus abogados hablan de megalomanía. A este paso, cuando terminen de juzgarlo por la infinidad de delitos que presuntamente cometió en tan poco tiempo, su defensa se ha cepillado todas las excusas habidas y por haber que pueden encontrarse en un manual médico. Eso sí, a tenor de las fotos, es como si ya lo hubieran absuelto…

La novia de Francisco Nicolás se toma un chupito
Arriba, abajo, al centro y p’adentro: la novia del pequeño Nicolás prefirió una tarde de chupitos mientras su chico eligió los copazos. (Foto: Agencias)