Laura Hale, de 66 años, de Klamath Falls (Oregón, EE.UU.), es voluntaria y miembro de la junta directiva de Badger Run Wildlife Rehab, una organización sin fines de lucro dedicada al cuidado y tratamiento de animales huérfanos o heridos.

Entre sus funciones está la de devolver a estas criaturas a la naturaleza, donde pertenecen. Pero, también para ofrecer un lugar en el que vivir sin dolor o sufrimiento a todos aquellos que no pueden vivir libres, brindándoles atención de por vida en sus instalaciones.

Uno de sus inquilinos, una lechuza común, es la que protagoniza este simpático vídeo en la que se puede ver al ave moviéndose al ritmo de la música que sonaba en el recinto.

Según Laura, que lleva casi 9 años en el centro: «La lechuza marchosa está moviendo la cabeza para formarse una imagen tridimensional de su entorno mientras está internada».

Todos estos movimientos variados de la cabeza ayudan a las lechuzas a juzgar la posición y la distancia de las cosas que le rodean; básicamente, a triangular los objetos, incluidas las presas potenciales, y a construir una imagen compuesta de su entorno.