Venga, venga, que estamos de celebración. Georgina Rodríguez, modelo, bailarina, influencer, presentadora, novia de Cristiano Ronaldo, mamá de cuatro y no sé cuántas cosas más está de celebración. La jaquesa -no jequesa, ojo, que por el dinero que tiene podría ser, pero no- más famosa del mundo acaba de cumplir 27 años. Y sabemos lo que se ha autorregalado para celebrarlo: una tarde de compras en Turín. A lo grande, sin mirar el euro. Como el diablo, Georgina viste de Prada (bueno, y de Gucci, y de Dolce & Gabbana…) y claro, hay que tener el armario actualizado.

Pero espera, porque si pensabas ver algo parecido a esto…

Olvídate. Nuestra Georginagio es una tía sencilla. Tiene 23 millones de seguidores en Instagram, sí. Las marcas se la rifan, sí. Su novio abre la boca y sale dinero, sí. Pero ella no necesita tanto para marcarse un buen shopping. Ni que la estén adorando, ni que la lleven pizza, ni nada de nada. Ni a Richard Gere siquiera. Un chándal, un coletero y ya está lista para fundirse esa tarjeta de crédito, que tiene que estar hasta reventona. Eso sí, no falta un bolsito de Chanel, que se note que hay posibles.

Cristi, he pillado tres Pradas de rebajas. Foto: Agencias.

Lo que también es imprescindible en una tarde de compras es un señor que sea a la vez guardaespaldas, abrepuertas y cargapaquetes. Que vale que Georgina sea tan sencilla como para ir en chándal a las tiendas más exclusivas de Turín, pero lo de cargar ella con las bolsas es diferente. Hasta ahí podíamos llegar.

Aunque tiene claro que para su guardaespaldas, abrepuertas y cargapaquetes, de lo bueno lo mejor. Porque si Georgina viste de Prada, sus trabajadores no van a ser menos. Mira las zapatillas del señor.

Georgina viste de Prada y sus trabajadores también
Prada en las manos y en los pies. Fotos: Agencias.

Es un modelo en piel de la firma italiana que cuesta 650 euros. Así que parece que CR paga muy, muy bien a los que están a su alrededor. Eso está fenomenal. Compartir es vivir.

Por cierto, hemos mencionado antes que Georgina lleva chándal y coletero. COLETERO. Sabemos qué piensa Carrie Bradshaw del complemento en cuestión, pero está claro que la jaquesa no está de acuerdo. Porque su coletero puede describirse de muchas cosas, menos de discreto. Pero si ella va a gusto y es feliz, no seremos nosotros quien ponga en cuestión su estética.

Con chándal y coletero, arreglada pero informal. Foto: Agencias.