Lo de Gwen Stefani, a partir de ahora Gwenorra Stefani, no tiene nombre. Es de otro planeta. Del planeta joven ever. Impresionante. Belleza, cuerpazo, cara y todo a sus 51 años. Gwen Stefani entra en el club de las mujeres que a partir de los 50 están fabulosas. Vamos ,que le han dado a las manecillas del reloj para atrás. La adoramos
¿51 o 25? Es que no podemos dejar mirar estas fotos de Gwenorra Stefani posando para un shooting. Sin photoshop oiga. Al natural. La leche. ¿Dónde hay que firmar para llegar a los 50 con ese estilazo, cuerpazo y poder femenino? Queremos ser Gwen Stefani. 51 años tiene. Pellízcame.
Pues seguramente Gwenorra Stefani haga deporte, coma bien, duerma 8 horas pero sobre todo sea muy feliz y tenga una genética extraordinaria. Porque recordemos que la cantante de ‘Dont Speak‘ tiene 3 hijos. Kingston, Zuma y Apollo. (No, no son de la patrulla canina). De cuando estuvo casada con el músico Gavin Rossdale.
Pero es que mírala. Por favor. No solo es que tenga una piel divi, es que tiene un pelo fabuloso y actualizado con ese mechón rosa que tanto se lleva. El que llevan todas. 51. Como Jennifer López. Otra fabulosa.
Y además dentro de dos semanas vuelve a ser jurado de ‘The Voice’ y está nominada a los CMT awards con su pareja Blake Shelton
Y es que Gwenorra, no saca disco desde 2017 pero nos deja perlitas en sus redes como canciones country con su novio, que suenan genial Blake Shelton con el que lleva desde 2015. Y con el que acaba de estrenar este temazo. ‘Nobody but you’. Y están nominados a mejor video en los próximos CMT Awards. Es que esta pareja nos encanta.
Y el próximo 19 de octubre vuelve como jurado del talent show ‘The Voice‘ junto a John Legend, Kelly Clarkson y el propio Blake Shelton. Aquí tenéis la maravillosa promo.
Así de imparable es Gwen Stefani. Porque la edad no es mas que un límite mental. Y no tiene pinta Gwenorra Stefani de tener límites mentales. Siempre ha sido una adelantada a su tiempo y sabe como retrasarlo.
Somos fanes absolutos de esta pedazo de mujer. Y solo pedimos al Dios de la juventud, que lleguemos a su edad la mitad de bien que ella. Y si no usaremos el bótox de los pobres: la aceptación de la edad.