Os presento a Chispi y Chóped, los protagonistas de Halloween y las ardillas. No la confundáis con Alvin y las ardillas, peli de gran éxito en la que se inspiraron para rodar esta obra maestra del séptimo arte. En exclusiva, las mejores escenas de este filme, que se estrenará en los mejores móviles.
Chispi y Chóped son dos ardillas normales y corrientes, como cualquier ardilla. Madrugan para teletrabajar, llevan al cole a los niños y se alternan para ir al bar. Bueno, al bar siempre va Chispi, la verdad, y a menudo regresa a casa con una buena castaña. Pero de un tiempo a esta parte, ni Chispi ni Chóped pueden salir a la calle sin que las paren para que les firmen hojas de encina a otras ardillas. Su vida se está convirtiendo en un pequeño infierno. Y todo, porque Nuezflix ha lanzado el tráiler de Halloween y las ardillas, en exclusiva para su plataforma, y ahora son las más famosas de su bosque.
No quiero reventarle la trama a Nuezflix, pero lo voy a hacer, qué demonios. Os las traigo en exclusiva. Disfrutad. Y coged palomitas.
Pasión y sustos en Halloween y las ardillas
Todo comienza en un nuboso día de octubre. Chispi ha conocido en el bar a Wesi de Story, una esqueleto mona, pero algo enclenque. Sin embargo, Chispi ve en ella algo más que solo huesos. La invita a un zumo de avena, pero Wesi es intolerante a los carbohidratos complejos y declina la invitación.

—No te gusta nada, chiquilla.
—A mí me traes un hummus y me haces una reina, pero es que luego me paso diez días con retortijones de no-estómago.
Chispi no se rinde y le lleva a su amada un café con sacarina, que acepta encantada. Sabe que ahí dentro hay algo. Pero el café se le sale entre las costillas y pone a Chispi perdido. Conclusión: no había nada ahí dentro. Sin embargo, eso no lo detiene.
—Ven, bailemos.
—¿El qué? Yo es que muevo la tibia y el peroné, muevo la cabeza, muevo el esternón…, pero sin mucha gracia, la verdad.
—Tú déjate llevar, no seas tan estirada.
—Me hicieron así.
—Era una metáfora, leche.

Luego, la besa. No hay miedo al covid ni a los rebrotes, porque no hay nada que le guste más a una ardilla que un brote, a poder ser tierno. En realidad, una ardilla y un esqueleto no pueden contagiarse de este virus, así que es normal que no le teman a nada. El beso se prolonga hasta el amanecer del 31 de octubre.

Entonces comienza… LA PESADILLA. LA PESADILLA QUE SE MUERDE LA COLA.
¿Qué hay detrás de esa calabaza?
Llevados por la pasión, Chispi y Wesi parten hacia el arbolito en el que reside aquel.
—¿Qué es esa música? —pregunta Chispi.

—¿Qué música? No oigo nada.
—Así, como de peli de terror. Es como un «ÑIGO ÑIGO ÑIGO ÑIGO PIIN PIIN PIIN PIIN».
—Ah, ya sé. Como la de Psicosis, dices.
—Espera. Quédate aquí, voy a mirar si hay alguien dentro.

—¿Entonces vas, Chispi?
—Como siempre. Bueno, hoy un poquito menos, que al menos hemos sudado bailando.
Esta es una de las escenas de mayor tensión en Halloween y las ardillas: Chispi se asoma a la puerta de entrada al árbol y…
—N… no tendrás tú libre una casa, ¿no? Deberíamos irnos.
—Yo es que vivo en un ataúd y de oxígeno voy fatal.
—Da igual, haremos el amor en apnea. En peores plazas hemos toreao.
—Pero al menos cuéntame qué pasa.
—Está bien, está bien. ¡Una ardilla con cabeza de calabaza ha intentado agredirme!
—Sí que vas chispi, sí. Venga, vámonos.
Crece la tensión en Halloween y las ardillas
Al llegar al cementerio, Wesi y Chispi se enfrentan a un nuevo momento de tensión:

—¡Es el espíritu de mi padre!
—Sois clavados, las cosas como son.
—¡Murió hace años en una noche de Halloween como esta y viene a vengarse!
—¿A vengarse de qué?
—Me mandó a por setas y se las traje alucinógenas. Pero fue sin querer.
—¿M… mataste a tu padre?
—¡He dicho que fue sin querer! —Wesi muta a mala malísima.
Plot twist y final feliz
Wesi golpea con fuerza a Chispi, que no entiende nada.

—¡Mis pipas! ¡Que eran de sabor barbacoa!
—¡Maldito seas, Chispi! ¿No te acuerdas de mí? ¡Yo era una ardilla como tú! Íbamos juntos al instituto, ¿recuerdas? Yo era tu compi de pupitre en Las Encinas. ¡Me pasé la vida escribiéndote cartas de amor y tú te reías de mí, me decías que no tenía nada que hacer contigo! ¡Y encima ibas a todas partes con ese Chóped! ¡No, ese no es mi padre, es una ardilla con una calavera en la cabeza, que pareces tonto! ¡Quería vengarme de ti y ahora te tengo a mi merced! ¡Pídeme perdón antes de que acabe con tu vida! ¡Hazlo si no quieres una muerte lenta!
Pero en ese momento, aparece de nuevo la ardilla con la calabaza en la cabeza. Era Chóped, al rescate de Chispi.

—¡Venga, escapemos! ¡He noqueado a los dos!
—¿Chóped?
—Claro, idiota. ¿Por qué te has ido? Sabía que el esqueleto ese andaba detrás de ti y quería vengarse. He ido hasta tu casa para avisarte y has salido pitando.
—¿Y por qué te has puesto una calabaza? ¡No podía reconocerte!
—Joer, porque es Halloween y había que ir disfrazao.
—Pues también tienes razón.
—Bésame, tonto.

FIN… ¿o no?

(Recordad que podéis ver Halloween y las ardillas si os suscribís a Nuezflix).