Hande Erçel explica qué 4 cosas tiene en cuenta al elegir su ropa

Se ha convertido en un icono de estilo y lo entendemos, porque siempre da con la combinación adecuada para estar perfecta. Es difícil tener su fondo de armario, pero no tanto conocer qué criterios sigue Hande Erçel para elegir su ropa. Toma nota, porque te va a interesar.

Nos encanta por su dulzura, por los papeles que interpreta y nos encantaba también su preciosa historia de amor con Kerem Bürsin. Pero otra cosa por la que nos ha conquistado Hande Erçel es por su ropa, no nos vamos a engañar. Sus looks son sencillamente perfectos, y sabe cómo vestir para cada ocasión: con amigas, de viaje, de fiesta… De hecho, muchos de sus estilismos marcan tendencia. Por eso, cuando ha contado a un medio de su país cómo elige sus prendas hemos sacado lápiz, libreta y traductor para contártelo todo.

Considerada un icono de estilo

Durante la entrevista, Hande se negó a ser considerada un icono de estilo, ya que, según dice, la moda no está entre sus prioridades (aunque eso no nos lo hemos creído demasiado, la verdad). Pero en fin, a sabiendas de que mucha gente sí cree que es una musa de la moda, dio varias claves que tiene en cuenta a la hora de comprar.

Las claves de Hande Erçel para escoger su ropa y hacer un buen fondo de armario

• Que sea cómoda. «No me dejo llevar por la moda», confesó. Sí es cierto que tiene una serie de prendas fetiche, como ya hemos podido ver. Por ejemplo, los jumpsuits o monos. ¿Será porque le resultan especialmente cómodos?
• Prendas que, además, tengan «ese algo». «Elijo prendas que sean cómodas, pero con estilo», reconocía. Por eso es más habitual verla con pantalón que con falda, por ejemplo.
• Moda atemporal. Hande no se deja llevar por las microtendencias, que duran un suspiro, y escoge prendas que pueda seguir poniéndose durante mucho tiempo. También, si te fijas, suele elegir colores muy combinables. El blanco y el negro son casi una constante en sus looks.
• Adora la sostenibilidad. Por eso elige prendas que no se quedan antiguas, pero además hechas con materiales reciclables y de firmas que apuesten por la moda ética (sin infrapagar a sus trabajadoras, sin contaminar demasiado, etcétera).