Si eres fan de los programas y libros de cocina de Jamie Oliver, olvida todas las imágenes que has visto de él hasta ahora. Cuando el chef no está trabajando, se deja ver con estas pintas. Mucho más relajado… y despreocupado.

Jamie Oliver tiene un ejército de fans en todo el planeta. Miles de personas siguen al dedillo sus recetas, y el tipo, que es todo amor, interactúa con sus seguidores a través de las redes, retuiteando incluso sus creaciones culinarias. A todos nos vienen a la cabeza las portadas de sus libros, en las que vemos a un Jamie sonriente y muy bien peinado… pero no siempre es así.

Jamie Oliver cocinando.
Jamie Oliver y una de sus creaciones. Foto: Channel4.

Cuando el televisivo cocinero apaga los focos y los fogones, muestra su faceta más natural. Durante un día descanso en la grabación de Keep cooking and carry on, el programa que Channel 4 lleva emitiendo toda la cuarentena y en el que nos ha enseñado un buen puñado de recetas para divertirnos cocinando durante el encierro, Jamie Oliver apareció con estas pintas dignas de análisis. Las fotos han sido tomadas en los alrededores de su mansión de Hampstead Heath, que viene a ser algo así como La Moraleja de Londres.

Foto: Agencias.

Con una camiseta a rayas que ha vivido mejores tiempos, un pantalón de chándal con ventilación en la entrepierna y un pelete que no ha olido el champú en semanas, Jamie charló animadamente con un amigo, aprovechando un rato el escaso sol de la capital británica. Ah, y ni mascarillas, ni distancia de seguridad, ni nada. Otro igual que los chicos de Élite.

¡Pero qué le ha pasado! ¿Qué clase de estragos ha causado en él el encierro? Vale, haber pasado la cuarentena trabajando a tope y cuidando de cinco hijos que no tienen colegio afecta a cualquiera… ¡pero seguro que vivir todo eso en una mansión de 9 millones de euros (dicen que el chef pagó por su casa más de 6 millones de libras) es mucho más relajado que hacerlo en un piso de 75 metros cuadrados!

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