Hace unos días, la firma de lencería de Kim Kardashian anunciaba el lanzamiento de sus mascarillas, que tardaron horas en agotarse.
Si la reina de los realities también lo es de los negocios, es por algo. El pasado mes de octubre, Kim Kardashian lanzaba su marca de ropa interior Skims, donde las fajas eran las reinas indiscutibles de la colección. La acogida era todo un éxito, como casi todo lo que inicia Kim,y su última aventura no iba a ser menos.
Como no hay negocio que se le resista, hace unos días, Kim Kardashian anunciaba su propia colección de mascarillas para hacer frente a la crisis del coronavirus. Disponible en cinco colores diferentes, y con un diseño muy básico y poco original, estas mascarillas que destacan por no tener costuras, salieron a la venta por 8 dólares la unidad, o 24 dólares el pack de cuatro.
Bajo el sello de Kardashian, no era de extrañar que en pocas horas no quedase ninguna mascarilla. Eso sí, Kim no está dispuesta a dejar pasar la oportunidad de este negocio, y ya anuncia en su web que una nueva remesa estará disponible en breve. Mientras llega el momento, te permite apuntarte a una lista de espera.
En la propia web, la marca define estas mascarillas como lavables, reutilizables y no médicas. Vamos, que, tal y como apuntan, no protege del contagio ante infecciones o enfermedades. Y es que tal vez las numerosas críticas que ha recibido Kim con esta colección de mascarillas la ha llevado a hacer dichas aclaraciones… y ha realizar una donación de 10.000 unidades a diferentes asociaciones. Además, la socialité asegura que donará parte de los beneficios a dichas organizaciones.
La reina de las fajas
Ajena a las polémicas que constantemente aparecen en torno a ella, Kim sigue triunfando con su marca que ropa interior. Skims ya se ha convertido en todo un referente en cuanto a marcas de lencería se refiere en Estados Unidos. Con los colores de la piel, en todas sus tonalidades, como seña de identidad, sus fajas reductoras son la joya de la corona.