Las fotos de Kim Kardashian saliendo de una tienda erótica que te van a dejar sin palabras

Y no tienen desperdicio. No es solo que hayamos pillado a Kim Kardashian saliendo de un sex shop de Miami. Es que es todo, el modelito, las sandalias, la cara de satisfycción (juas)… Todo, todo. Y por supuesto, te las vamos a enseñar, para que te quedes igual de living que nosotros. Kim nunca decepciona, eso es así.

Ahí la tenemos, Kim Kardashian saliendo de un sex shop, marcando curvazas con su falda negra y su top. Y con ese pelazo. Está guapa, sí. Pero con el móvil en la mano porque ES IMPOSIBLE QUE EN ESE MINIBOLSO ENTRE NADA. Imposible.

También se nos van los ojos a los pies y a ese dedo meñique que lucha por salir de ahí. Es un insurgente.

Tan flamenca ella, pisa con garbo la acera, across the street, hasta llegar al coche que la estaba esperando. Básicamente porque con esos tacones es muy difícil andar. Yo en el primer paso ya me hubiera torcido un tobillo o peor. Ya hemos dicho que va guapa, no práctica.

Seguimos con nuestra atención puesta en ese bolso. Nuestra lógica aplastante nos dice que Kim no compró nada. Ni el más pequeño de los satisfyers cabe ahí. Peeeeero eso no puede ser, porque se le sale el dinero por las orejas y le gusta gastar. Eso es así. Y sí, los fotógrafos nos han chivado que sus guardaespaldas sí que salieron con un par de bolsas con las compras.

Y claro, ahora lo único que queremos fuerte en esta vida es averiguar qué compró Kim Kardashian en el sex shop. Y qué pena que no se pudiera ver lo que hacía dentro, para comprobar qué sección visitó y si probó algún artículo / aparato / artilugio con pilas. Pero creemos que sí y ahora os enseñaremos por qué.

De la tienda erótica, Kim se fue a comer a un restaurante de Miami. Y nosotros seguimos preocupados por su dedo meñique. Él no se resigna, quiere salir. Es la Katniss Everdeen de los dedos de los pies, el William Wallace de los apéndices. Podrán espachurrarlo las tiras de las sandalias, pero jamás le quitarán la libertad.

Y aquí la prueba de que Kim se ha comprado muchas cosas guays en el sex shop. Esa cara de gustirrinín es de pensar en lo que le espera, seguro. Si la memoria no me falla, es la que tengo yo cuando me toca cenar pizza.

Kim Kardashian está feliz después de su paso por la tienda erótica, pero sobre todo después de haber estado un finde en Miami de parranda. Solterita y sin niños. Igual la cara de gustito no es por lo que se ha comprado, sino por lo que ya ha probado. Y no podemos evitar pensar en lo bien que le ha sentado el divorcio de Kanye West.