La segunda gala de ‘La casa fuerte’ trajo momentos memorables entre Maite y su hijo Cristian, además de los pechos de Yola eclipsando a (literalmente) a Oriana
¿Os acordáis del buen rollo que había en el estreno de La casa fuerte y cuánto se querían los concursantes? Maite Galdeano adoraba a todos, Yola Berrocal estaba encantada y parecía todo felicidad… Pues olvidadlo. Reset. Porque la gala empezó con una pelea de las buenas entre Fani y… ¿adivináis quién? ¡Bingo! Oriana, que está en todas. Otra cosa no, pero la chica da juego. Pusieron imágenes de la pelea dentro de la casa y siguieron en directo. Y todo, a cuenta de las acusaciones que hizo Fani sobre la forma que tenía Oriana de ganarse la vida. Vamos, que estaba insinuando que era prostituta. Y es que otra cosa no, pero la gala fue de este jueves fina, fina, con palabras como rabazo, repetida muchas veces, por si no lo habíamos oído bien. Y sobre todo muy feminista, con frases que no vamos a reproducir aquí por respeto. No nos merecemos esto, de verdad.
Ninguna gala sin su pelea
La siguiente pelea que salió fue la de Iván y Oriana (siiiiiii, otra vez) que no pueden estar ni juntos ni separados. Mejor, de día no pueden estar juntos; de noche no pueden estar separados y ya han practicado el primer edredoning del reality. O por lo menos el primero que hemos podido ver, porque el resto de parejas tiene su habitación propia. Ellos dos eran, precisamente, uno de los dúos que se jugaba el asalto de la noche, ya que podían entrar en la casa como residentes y que salieran Cristian Suescun y su madre. Pero el público quiso que madre e hijo se quedaran con su habitación, así que pueden seguir peleándose dentro de la casa.
No podemos negar que somos muy fans de sus enfados, las cosas como son. Maite sabe cómo picarle y lo consigue. Tanto, que el chico ya ha amenazado con abandonar La casa fuerte por no aguantarla. No nos gustaría, porque son una pareja de lo más cómica. Son los Pimpinela navarros, los protagonistas de Escenas de matrimonio, el Dúo Sacapuntas… Lo que queráis, pero en versión materno-filial. No os vamos a decir que querríamos una madre como ella, pero un ratito a la semana, por las risas, igual sí. Y que conste que el primero que dice que no la hubiera elegido como madre es su propio hijo. «Es lo que me ha tocado», dijo resignado.
Las ‘yolas’ de Yola
Pero hubo muchos más encontronazos. Muchos y variados, como nos gusta a nosotros. Por resumir: Oriana se peleó con Fani, Fani con Christopher, Christopher con Christian, Christian con Iván e Iván con Oriana. Así se cerraba el círculo. Y a eso hay que añadirle alguna regañina puntual del resto. Las únicas que se mantenían en su sitio eran María Jeshú y su madre, Juani, que la pobre está flipando con todo lo que está pasando. Tanta diplomacia y paz hizo que, junto a Ferre y Cristina, volvieran a ser la pareja inmune después de la junta. Casi todos le dieron la puntuación máxima. Casi todos porque Maite y Cristian tiraron de estrategia y les dieron muy poca puntuación. Las quieren mucho, sí, pero se quieren más a ellos.
Pero ojo, que hemos dejado lo mejor para el final, la mejor pelea, la madre de todas las trifulcas: la de Oriana y Yola, que se sacó todo el melonar mientras estaban discutiendo. Y claro, ante esos pechos, Oriana se quedó sin argumentos. Tocada, hundida y casi oculta, porque ante semejante tamaño es difícil sobresalir.
