De los gases de Maite a las lágrimas de Yola: la finura llega a ‘La casa fuerte’

Si Maite se tiene que tirar un ‘pum’ delante de las cámaras de ‘La casa fuerte’, se lo tira. Parece que compite con Oriana a ver quién es más maleducada

Hasta ahora, en La casa fuerte habíamos hablado de temas muy finos: los lavados anales de Maite Galdeano, las tetas de Yola Berrocal, el tránsito intestinal de Cristian Suescun… Pero aún nos quedaba un momento igual de sublime, también protagonizado por Maite. Sus gases. Sus ventosidades. Sus cuescos. Sus flatulencias. Os lo podemos decir de muchas formas, pero el resultado va a ser el mismo, para vuestra desgracia y la nuestra. Le da igual que las cámaras estén delante o que sus compañeros estén desayunando. Ella libera la escotilla inferior y se queda tan campante. Y no, no nos parece guay. Nos parece un asco y de muy mala educación. Así que no vamos a incidir más en el tema. Al menos ahora duerme al aire libre.

La lágrimas de Yola

Yola está triste. ¿Qué tendrá Yola? Pues resulta que la pobre se ha visto un poco agobiada porque no puede más con las trifulcas que hay en la casa, que son varias al día, y los cuchicheos de unos y de otros. Así que se ha desahogado llorando mucho. Tanto que hasta fue Cristian a consolarla. El mismo con el que se supone que se besó a escondidas la semana pasada. Pero es un misterio que quedará sin resolver, como por qué Ferre habla así o el pasado de Fani Carbajo, que durante la gala del domingo se enteró de los resultados del Poli Deluxe que había hecho su tía Raquel el día anterior. Sí, la misma que la había acusado de ejercer la prostitución y que, según el polígrafo de Conchita: «DICE LA VERDAD».

La prueba diaria del lunes para los residentes consistía en lanzar piropos a los asaltantes. Tenían que ser piropos ingeniosos e imaginativos. Y el nivel estuvo a la altura de «Bombón, vete por la sombra que por el sol te deshaces» (Fani dixit) o «Desde que te vi supe que eras la mujer de mi vida», que Leticia Sabater dedicó a Macarena. Y Oriana, que si no da la nota no está a gusto, la dio, y mucho. Desde que supo que era la destinataria de los piropos de Yola, la palabra «asco» fue que más salió de su boca, simulando que vomitaba mientras la escuchaba. Cuando la mala educación, la soberbia y la poca inteligencia se juntan, salen situaciones como la que protagonizó Oriana. Sinceramente, creemos que Yola no se merecía en absoluto el numerito.

Pero ojo, que resulta que Oriana también tiene sus simpatizantes dentro de La casa fuerte, aunque no os lo creáis. Iván se puso en plan romántico y le preparó una sorpresa, recogiendo y limpiando la zona donde duermen y dejándole una rosa roja en la cama. El exviceverso confesó que está súper contento con la relación que están teniendo dentro de la casa, «aunque eso no quita para que sea una tocapelotas«. Menos mal, pensábamos que estaba obnubilado y solo veía cosas positivas de ella.

Y de una historia de amor a otra a la que le vaticinamos un final parecido. ¿Os acordáis del medio tonteo que tenían Maite y Labrador al principio? ¿No? Mucho mejor para vuestra salud mental. Pues después de que la navarra y su hijo se hayan unido a los asaltantes en el porche, ya os decimos que tonteo no es lo que tienen precisamente. Discutieron. Discutieron mucho. «Pesada» y «chulo» es lo más bonito que se dijeron. Al menos ella no utilizó sus súper pedos mortales para zanjar la pelea.

Pero prevemos muchas trifulcas más esta semana. Igual de intensas, de finas y de agradables. Y en Crush-News estaremos pendientes de ellas para contaros todos los detalles.