María Pombo está disfrutando de unas semanas de desconexión en familia en el norte de España con su marido Pablo Castellano y su hijo Martín, de 8 meses, y mientras el resto del país nos derretimos de calor la influencer sabe lo que es ponerse una sudadera en pleno agosto y dormir tapada con una mantita.

A primera vista lo que sentimos es auténtica envidia por la ‘reina de Instagram’ pero, como ella misma acaba de confesar a través de sus redes sociales, no es oro todo lo que reluce y, lejos de disfrutar de relajadas jornadas playeras tomando el sol y disfrutando de refrescantes baños en el mar – del que la modelo es una auténtica enamorada – María aprovecha los días nublados y frescos de Cantabria para visitar lugares tan mágicos como el parque de Cabárceno, donde el pequeño Martín ha podido ver de cerca por primera vez avestruces, elefantes o monos.

Sin embargo, y a pesar de que el tiempo no ha acompañado en los casi 20 días que lleva de vacaciones en la tierra donde se casó con Pablo Castellano hace dos años, María no renuncia a ir a la playa para intentar mantener su bonito bronceado aunque, como admite, se le ha «olvidado» lo que es «sentir calor mientras tomas el sol».

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Una confesión que ha acompañado con una fotografía en la que luce literalmente, uno de los trajes de baño más bonitos que hemos visto este verano. Un precioso bañador de estampado tie dye en colores verde y blanco que, gracias a una estratégica y estilosa lazada a la altura de la cintura, disimula la barriguita, estiliza y es ideal para todo tipo de siluetas. De su propia firma de moda, Tipi Tent, el bañador tenía un precio original de 58 euros y estaba de rebajas en la web e la marca pero, desgraciadamente, está agotadísimo en todas las tallas. ¡No nos extraña!