La sevillana, arropada por su familia en estos durísimos momentos, ha puesto tierra de por medio con Antonio David Flores tras la confirmación de su relación con la reportera y hace estas declaraciones: «quiero estar tranquila, de verdad»
Destrozada. Así está Olga Moreno tras enterarse, por una revista, de que Antonio David Flores mantiene una relación con Marta Riesco y ya convive con la reportera en Madrid. Un jarro de agua fría para la sevillana que, tres meses después de su separación, ha roto por fin su silencio y lo ha hecho en ‘El programa de Ana Rosa’ para sacar la cara por Rocío Flores.
Pidiendo que dejen a la joven al margen de la vida privada de su padre porque la están «machacando» y lo está pasando «muy mal» – «tiene un corazón enorme, ha sufrido mucho y se merece vivir su vida, que tiene 25 años», añadía – la ganadora de ‘Supervivientes’ evitaba entrar en cómo está ella en estos momentos, pero sí ha admitido que está «sobrellevándolo» y aunque le ha pillado «de sorpresa» la relación de Antonio David y Marta Riesco, no queda otra que continuar su vida: «Soy fuerte, mi cabeza está bien y vamos a sacar esta familia para adelante».
Sin embargo, Olga está completamente hundida, aunque ella afirma estar «divinamente». Delgadísima – se diría que tanto como cuando regresó de ‘Supervivientes’ después de más de tres meses pasando un hambre extrema – la empresaria no puede ocultar la tristeza en un rostro demacrado que intenta disimular ante nuestras cámaras, sacando fuerzas de flaqueza para regalarnos una sonrisa.
En Sevilla – después de reunirse con Antonio David tras la publicación de sus imágenes en la casa de Marta Riesco, Olga se fue a su tierra natal, poniendo tierra de por medio con su exmarido tras esta dolorosa traición – y arropada en todo momento por su familia, muy preocupada por ella tras este inesperado varapalo.
Con una cazadora estilo bomber de terciopelo y un conjunto de pantalón y jersey blanco con el que se aprecia su delgadez, Olga ha dado un tranquilo paseo por Sevilla en compañía de una de sus hermanas, Rosa, a la que está muy unida y nos ha contado que ahora solo piensa en «estar tranquila, de verdad».
«Estoy divinamente, ¿no me ves?» afirma en las imágenes que os mostramos a continuación en las que, triste y cabizbaja, intenta tranquilizarnos sobre cómo se encuentra tras descubrir la relación que su exmarido mantiene con la reportera, de la que ella, como se ha dicho, ya intuía algo.