Si los portazos hablaran, el que da Olga Moreno a su flamante coche cuando le preguntamos por la portada de Lecturas, nos diría que la mujer de Antonio David está hundida.
Antonio David Flores vuelve a protagonizar este miércoles la portada de la revista Lecturas pero, dejando a un lado su presunta separación matrimonial de Olga Moreno, en esta ocasión la publicación desvela la última y desesperada estrategia legal del exguardia civil en su guerra contra Rocío Carrasco para intentar evitar su posible entrada en prisión.
Y es que a punto de celebrarse el juicio entre ambos por la demanda presentada en 2017 por la hija de Rocío Jurado contra su exmarido, acusándolo de los delitos de insolvencia punible y alzamiento de bienes – por los que el abogado de la empresaria pide 80.000 euros en concepto de impago de la pensión de Rocío y David Flores, una multa de 15 euros al día durante 20 meses y una pena de cuatro años de cárcel – Antonio David habría intentado dilatar el proceso ‘usando’ a sus hijos para esquivar la prisión.
Según Lecturas, Antonio David habría puesto por delante a sus hijos en su batalla en su guerra contra Rocío y habría requerido a su hijo David que pidiera en un escrito al tribunal que el dinero que reclama su madre se le pagara a él por ser uno de los hijos a los que atañe la citada pensión, pero el juez lo ha desestimado, por lo que la situación legal del malagueño – atemorizado ante la posibilidad de ir a la cárcel – se complica y mucho.
Una información sobre la que hemos preguntado a Olga Moreno que, hundida pero y continuando con su rutina al margen de la nueva portada que protagoniza su ¿marido?, ha evitado comentar. Una reacción del todo previsible, ya que la ganadora de ‘Supervivientes’ ha hecho del silencio su mejor arma en los últimos días y da la callada por respuesta a la demoledora acusación de que «Antonio David usa a sus hijos para evitar la cárcel».
Muy seria, Olga tampoco se ha pronunciado sobre su separación del exguardia civil, con quien según apuntan fuentes cercanas sigue viviendo en el domicilio conyugal y con el que habría compartido una cena para dos el pasado fin de semana, echando por tierra las informaciones sobre su ruptura.
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