Una de nuestras musas está muy, pero que muy enfadada. Y la verdad es que no nos extraña. Pero no, no es con Crush.News ni porque descubriéramos su relación con David Broncano. Aunque los Broncosa fueran un pelotazo, ya son historia y ahora la tenista parece centrada solo en su carrera, pero no deja de encontrarse palos en las ruedas. Ahora, Paula Badosa está confinada en Australia. Y no por voluntad propia ni por responsabilidad. Te lo vamos a contar todo, a ver si nosotros mismos somos capaces de entenderlo.
Paula Badosa cogía un vuelo hace unos días desde Abu Dhabi hasta Melbourne para participar en el Open de Australia. Salían de allí con la normativa clara: si alguien de su equipo o con el que hubieran estado en contacto, daba positivo, tendrían que confinarse. Hasta ahí todo bien. Pero al llegar, la normativa había cambiado y obligaron a todo el vuelo a confinarse después de detectar tres positivos. Así que tanto Paula como el resto de tenistas que iban en el avión han sido obligados a quedarse aislados en su habitación de hotel durante dos semanas, a pesar de no haber tenido contacto con ninguno de los tres.
Una de las quejas de Paula Badosa es que está confinada en una habitación de 20 metros cuadrados. Vale, pensarás «mi habitación es más pequeña y no me quejo». Pero en su caso hacer deporte se complica mucho al estar encerrada. Y eso es muy perjudicial para su forma física y, por tanto, para su puesta a punto de cara al torneo que pueda disputar una vez acabe la cuarentena. Aunque ha decidido hacer lo que pueda a través de videollamada, no es la situación más adecuada para un deportista de primer nivel. Y tampoco puede abrir la puerta ni la ventana de su habitación para tomar un poco el aire, porque se expone a una sanción. Así que muy buen recuerdo de este viaje no va a tener, precisamente.
Nosotros queremos lanzar un alegato en su favor, porque sabemos bien que Paula es muy, muy cuidadosa con todas las medidas anti Covid. No hace falta que os recordemos que los Broncosa pusieron de moda el beso con mascarilla allá por septiembre, cuando descubrimos que eran pareja. Prueba irrefutable de que cumple a rajatabla con todas las restricciones: ni con su exchico se permitía un descuido.
A tener en cuenta la mala racha que lleva también la tenista, después de que se hiciera conocida en el mundo del papel couché por su pillada con Broncano, con el consiguiente perjuicio para su carrera. Y todo para nada, ya que además la relación duró menos que lo que has tardado tú en leerte esta noticia. Lo bueno, Paula, es que todo puede ir a mejor.
