Quién fuera pareja de Pedro Pascal: te enseñamos las fotos para quererlo aún más fuerte

Lo hemos visto en Juego de Tronos y lo hemos amado. Lo hemos visto en Narcos y también. Y en The Mandalorean. Y en Wonder Woman 1984. Pero es que también lo queremos cuando no está actuando. Y tú también lo vas a querer fuerte cuando veas estas fotos del actor en Italia y solo vas a poder pensar : «Quién fuera pareja de Pedro Pascal».

Quién nos iba a decir cuando vimos por primera vez a Oberyn Martell en Juego de Tronos que ese personaje iba a ser de los más recordados. A lo mejor también porque nos cuesta olvidar sus ojos y cabeza explotando. Muy gráfico, sí, pero real. Si no has visto esa escena, ahórratela. No es agradable y Pedro Pascal no está guapo. Así que para qué. Pero supuso el punto de partida para que se le conociera en todo el mundo. All around the world. Fue conocerle y fue quererle. Luego vino Narcos y siguió petándolo.

Pero él como si nada. Él se va a Milán, se coge una bici y se pasea por toda la ciudad con un amigo como si no fuera una megaestrella de Hollywood.

Él y su amigo van a piñón fijo. Tienen claro su destino. Lo alcanzan y no se lo piensan mucho. Aparcan la bicicleta y echan a andar. ¿Irán a la oficina de algún director de cine importante? ¿A negociar un nuevo papel de Pedro Pascal? ¿A discutir los términos de un nuevo contrato?

Pues no. Ni una cosa, ni la otra ni la de más allá. Su destino es una tienda de helados. Repetimos, UNA TIENDA DE HELADOS. Lo que viene siendo una heladería. ¿No es para quererlo fuerte?

Pedro espera paciente a que su amigo entrara en la heladería y salga con su pedido, con su tarrina, su cucharita y su helado de algo que no sabemos qué es. Yogur, leche merengada… le pega todo. Y esa cara que es de estar muy dispuesto a disfrutar del manjar.

Su amigo no tarda en salir con otra tarrina como la suya. De las de una bola, las normalitas. Porque vale que se dé un capricho, pero ese cuerpo hay que cuidarlo. Lo que había gastado en la bici lo recupera con il gelato. Todo se compensa.

Pedro Pascal, il muso, y su amigo se quedan un momento en la puerta de la heladería y luego ya se van a pasear mientras se comen su tarrina de helado. Y lo bueno es que, puede ser conocido en todo el f***ing world, pero pasa desapercibido, porque no necesita ir de estrella: ni coche con chófer ni guardaespaldas ni nada que lo delate como la estrella de Hollywood que es.

Y lo único que queremos para el día de hoy es ser paquete de la bici, tarrina, cucharilla o lo que nos dejen. Pero cerquita de Pedro Pascal. Siempre.

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