Estos días han empezado a proliferar estos robots en Los Ángeles, aunque existen desde 2018. Son pequeños carteros y mensajeros que entregan paquetes a domicilio.

Desde que el Covid-19 llegase a nuestras vidas, la forma de trabajar ha cambiado para muchos. Pero lo que no nos imaginábamos era que en Los Ángeles existían robots que estaban sustituyendo los tradicionales servicios de mensajería ¡y hasta a los riders! La culpa es de la compañía Phantom Auto, una empresa con sede en Silicon Valley pionera en comunicaciones por control remoto.

Ellos han creado el robot Mila, este pequeño cajetín con hasta 22 kilos de capacidad y 48 kilómetros de autonomía capaz de recorrerse la ciudad para entregar lo que le hayan programado. La (poca) gente que actualmente pasea por el centro de la ciudad alucina cada vez que se lo encuentra, ya que el robot va tranquilamente andando por Los Ángeles ¡y hasta sabe parpadear!

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Ni en su mejor sueño, Isaac Asimov habría imaginado algo así… ahora bien, nos surge alguna que otra duda respecto al funcionamiento de Mila. La más importante: ¿respetará las leyes de la robótica del famoso escritor? Porque todos sabemos que un robot no hará daño a un ser humano o, por inacción, permitirá que un ser humano sufra daño. También, que debe cumplir las órdenes dadas por los seres humanos, a excepción de aquellas que entrasen en conflicto con la primera ley. Y, por supuesto, que debe proteger su propia existencia sin entrar en conflicto con las leyes anteriores.

Pero claro, sabiendo que su función es ejercer de cartero y mensajero, no podemos evitar añadirle a este robot de Los Ángeles una cuarta ley, y es que «siempre tendrá que entregar la comida calentita y a tiempo».

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Esperemos que cuando, en el siglo XXIX la Tierra sea el vertedero del espacio, como vaticinó la peli Wall-E, y los robots hayan cambiado Los Ángeles por el basurero XXL de turno, Mila encuentre un buen amigo con quien compartir el apocalipsis. ¿No hacen una buenísima pareja?