Sorpresa en las portadas de este miércoles con el nombre del que sería la nueva ilusión de la periodista. Y mientras se preparaba esta portada, sabemos dónde y con quién estaba este fin de semana Sara Carbonero: en Oporto y sin su novio, pero con sus hijos y una amiga
Pues sí, cuatro meses después de Iker Casillas y Sara Carbonero anunciaran su separación, la revista Semana nos ha dejado ojipláticos con la información que lleva en portada. La periodista tiene nueva pareja y es Kiki Morente, cantaor. Y sí, seguro que el apellido te puede dar una pista de quién es su familia. Porque es hermano de Estrella y Soleá Morente. Tenían amigos en común, eran libres como el viento, una juerguita flamenca por aquí, un conciertito por allá y ¡pam!, que se han enamorao.
Así que tenemos dos conclusiones. Uno, que la reconciliación de Iker y Sara no es un hecho, por mucho que se les haya visto juntos y compartan momentos en familia. Y dos, que los famosos tienen una facilidad pasmosa para encontrar pareja tras una ruptura. Y sin Tinder y en plena pandemia, que tiene mérito doble. Desde aquí solo podemos desearle que sea feliz a tope, porque se lo merece.
Pero vamos a lo que vamos y a lo importante. Porque sabemos lo que hacía la periodista, empresaria y diseñadora mientras esta información llegaba a la información de Semana. Nos gustaría decirte que tenemos fotos de Sara Carbonero en Oporto con su novio, pero no. Ojalá. Las tenemos, sí. Pero con sus hijos y una amiga. Sara ha vuelto al lugar donde fue tan feliz durante dos años para reencontrarse con sus amigos y sus lugares favoritos de la ciudad.
¿Puede tener más estilo? Nosotros decimos NO. Ese vestido de punto solo es apto para ciertos cuerpos como el suyo. Y también hay que saber llevar muy bien esas sandalias con cuña y plataforma. No sé vosotros, pero yo al primer paso ya habría sido carne de esguince. Por cierto, si te has enamorado del vestido, te dejamos aquí el enlace para comprarlo. Es de Sandro Paris y está rebajado. ¡Corre!
Y que no falte su sombrero, que es casi una seña de identidad en todos sus estilismos.
Allí estuvieron dando un paseito en grupo, visitando algunos de los sitios de la ciudad portuguesa que Sara conoce tan bien y huyendo del calor de Madrid. Envidia cochina.
