Mucho carrazo, pero le jugó una mala pasada en una intensa jornada de compras. Atención a las fotos, porque lo que pasó es muuuuy fuerte.
Vanessa Hudgens y su Ferrari son un tandem inseparable, o un trío porque las mallas de la actriz y cantante también se unen a la fiesta. El caso es que la californiana va con su carrazo a todas partes: a tomar un café, al gimnasio, a la compra… Claro, hay que sacarle partido al juguetito que para eso cuesta unos 300.000 euros. La verdad es que su Ferrari 488 Spider de color rojo mola todo. Y tiene un Lamborgini también.

Claro, que tener un cochazo deportivo de superlujo no te garantiza siempre que sea útil. La pobre Vanessa se fue con una amiga de compras al centro comercial Beverly Center, dispuesta a arrasar con motivo del Black Friday. Nenas, allí los descuentos empiezan antes y puedes conseguir ropa de marca muy bien de precio… Por eso, no es de extrañar que la protagonistas de ‘High School Musical’ se lo llevara TO-DO.

Vestida como si fuera a ir al gimnasio, con mallas, top deportivo y zapatillas, Hudgens estuvo en Macy’s y quemó la tarjeta sin remordimiento ninguno. Sin embargo, la fructífera jornada de shopping no terminó como ella esperaba. Cuando ambas llegaron al coche, no esperaban encontrarse con un pequeño inconveniente…

El maletero del bólido no es demasiado grande y comprobaron que ¡las bolsas con esas tropecientasmil cosas no cabían! ¿Título de la película? El drama de Vanessa Hudgens y su Ferrari. Pero había que meterlas sí o sí, porque el coche es biplaza y tampoco dispone de asientos traseros donde tirar todo lo que se compra. Sorry, babes.
¿Qué hicieron entonces? Pues lo que se hace con las maletas: subirse encima y apretar hasta que cierre. A partir de ahora la llamaremos Vanessa Estrudgens por razones obvias.

¡El Ferrari casi explota con tanta presión! Nótese que el maletero está delante… y debido a la forma de la carrocería es muy chiquitín. Ay, qué maravilla comprobar que en mi cochecito random cabe de todo, ¡hasta dos muebles del Ikea! Y así, con el bólido a reventar, Hudgens y su BFF salieron del parking del Beverly Center para ir a tomar un piscolabis, que estrujar las bolsas da mucha hambre.