Desde que hemos visto a Vivienne Westwood en bici por las calles de Londres no podemos parar de pensar en que esta mujer nos gusta más que antes, si cabe. ¡Pero qué estilazo, qué buen rollo desprende y qué todo a sus casi 80 años!

Si a mí me preguntan a quién quiero parecerme cuando sea ancianita —que espero llegar—, lo tengo clarísimo: a Vivienne Westwood. No: a Vivienne Westwood en bici. No, espera: a Vivienne Westwood en bici con ese estilazo Y ESE MARIDO, perdona. Andreas Kronthaler, que además es socio de esta dama británica, iba detrás, en su propia bicicleta, disfrutando del paseo junto a su esposa.

Ella ES el punk

Por si alguien aún no sabe quién es Vivienne Westwood, os lo explico brevemente: ella inventó la estética punk. Tal cual. Cómo te quedas. Si es que es pa quererla. La historia es que Sex Pistols (el grupo punk por antonomasia) dio su primer concierto, allá por los setenta, y sus miembros lucieron la ropa que Vivienne había diseñado. Unos años antes, la modista había conocido a Malcolm McLaren, por quien dejó a su primer marido. Malcolm terminó siendo el mánager de los Sex Pistols y así fue como Vivienne terminó siendo la musa del punk.

En 1971, antes de aquel concierto que cambiaría su vida, inauguró su local de ropa, Let It Rock. Por motivos obvios, dicha tienda terminó llamándose SEX. Los diseños de Westwood, extravagantes y llamativos, revolucionan cada desfile. Ella no solo no ha perdido esa chispa, sino que además luce con estilazo sus propias creaciones.

De lo más atrevido a lo más chic

Cuando el punk fue absorbido por la industria, Vivienne perdió todo el interés por crear ropa para esta tribu urbana, pero no por diseñar. Así que, combinando lo transgresor y lo más chic ha llegado hasta nuestros días como una de las grandes de la industria. No en vano, ha vestido a montones de celebrities. Uno de los conjuntos más comentados fue el que lució Pryanka Chopra, íntima amiga de Meghan Markle, en la boda de esta con el príncipe Harry: un dos piezas en color lavanda con chaqueta asimétrica y un hermoso tocado de inspiración años veinte que llamó la atención como pocos.

Quiero ser Vivienne Westwood en bici

Pero a lo que iba. Más allá de que la admiro por ser una de las creadoras más genuinas de la industria textil, yo es que la veo ahí, dándole al pedal (cumple 80 el próximo mes de abril) y lo único en lo que pienso es en que quiero ser ella. Quiero ser Vivienne Westwood en bici. No ahora, vale. Ahora prefiero vivir los años que me quedan para llegar hasta los suyos y disfrutarlos como sé que los ha disfrutado ella. Pero cuando llegue, por favor, diosito, dame su estilo, su juventud, su buen rollo y, si puede ser, un marido 25 años más joven. Por favor y gracias.